Y dicho esto, siendo la noche tan oscura que apenas habrían podido verse uno al otro por la calle, sefue la mujer hacia el pozo; y, cogiendo una grandísima piedra que había al pie del pozo, gritando «¡Dios, perdóname!», la dejó caer dentro del pozo. La piedra, al llegar al agua, hizo ungrandísimo ruido, el que al oír Tofano creyó firmemente que se había arrojado dentro; por lo que, cogiendo el cubo con la soga, súbitamente se lanzó fuera de casa para ayudarla y corrió al pozo. La mujer, que junto a la puerta de su casa se había escondido, al verlo correr al pozo se refugió en casa y se cerró dentro y se fue a la ventana y comenzó a decir: -Hay que echarle agua cuando uno lo bebe, no luego por la noche . Tofano, al oírla, se vio burlado y volvió a la puerta; y no pudiendoentrar, le comenzó a decir que le abriese. Ella, dejando de hablar bajo como hasta entonces había hecho, gritando comenzó a decir: -Por los clavos de Cristo, borracho fastidioso, no entrarás aquí esta noche;