Iv- correspondencias
La creación es un templo donde vivos pilares
hacen brotar a veces vagas voces oscuras;
por allí pasa el hombre a través de espesuras
de símbolos que observan con ojos familiares.
Como ecos prolongados que a lo lejos se ahogan
en una tenebrosa y profunda unidad,
inmensa cual la noche y cual la claridad,
perfumes y colores y sonidos dialogan.
Laten frescas fragancias como carnes de infantes,
verdes como praderas, dulces como el oboe,
y hay otras corrompidas, gloriosas y triunfantes,
de expansión infinita sus olores henchidos,
como el almizcle, el ámbar, el incienso, el aloe,
que los éxtasis cantan del alma y los sentidos.
Versión de Ignacio Caparrós
(Ed. Alhulia. Colección "Crisálida", nº 20. Granada, 2001)
La creación es un templo donde vivos pilares
hacen brotar a veces vagas voces oscuras;
por allí pasa el hombre a través de espesuras
de símbolos que observan con ojos familiares.
Como ecos prolongados que a lo lejos se ahogan
en una tenebrosa y profunda unidad,
inmensa cual la noche y cual la claridad,
perfumes y colores y sonidos dialogan.
Laten frescas fragancias como carnes de infantes,
verdes como praderas, dulces como el oboe,
y hay otras corrompidas, gloriosas y triunfantes,
de expansión infinita sus olores henchidos,
como el almizcle, el ámbar, el incienso, el aloe,
que los éxtasis cantan del alma y los sentidos.
Versión de Ignacio Caparrós
(Ed. Alhulia. Colección "Crisálida", nº 20. Granada, 2001)
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ResponderEliminarEl estilo de este poema de Baudelaire, correspondencias, se identifica al completo con el modelo que origina Baudelaire siguiendo la corriente del realismo pero a su manera y cerca de crear un propio estilo.
En la primera estrofa encontramos metáfora, como los dos primeros versos, que atribuye cualidades humanas a un objeto.
La sinestesia esta también presente pues la vaga voz, hay un cruce de sensaciones, y vuelve a aparecer metáfora dando ojos a los símbolos para ver al humano que entra.
En la segunda estrofa metáfora por dar a los ecos el significado de ahogarse, significado humano.
Tenebrosa y profunda, redundancia de significado negativo, y antítesis encontrada entre noche y claridad. Y como no encontraremos sinestesia al entrecruzar sensaciones percibidas por sentidos diferentes como el perfume, por el olfato, el color por la vista y el dialogo por el oído.
En la tercera estrofa encontramos metáfora de nuevo al entender los latidos como una cualidad humana, que el autor ofrece en el primer verso de esta estrofa para las fragancias a las que compara con carnes o la piel de un niño, encontraremos también sinestesia y antítesis en el dulce oboe pues mezcla sentidos sensoriales como el sabor y el oído y antítesis en corrompidas, gloriosas y triunfantes, pues contrapone significados negativos y positivos.
En la ultima estrofa hipérbola por la exageración del infinito y metáfora por la comparación con el aloe o el almizcle.