Ir al contenido principal

5.1 de la pág. 266-267

Comentarios

  1. Hasta la caída de la tarde no se despertó Gregorio de su profundo sueño, similar a una pérdida de conocimiento. Seguramente no se hubiese despertado mucho más tarde, aun sin ser molestado, porque se sentía suficientemente repuesto y descansado; sin embargo, le parecía como si le hubiesen despertado unos pasos fugaces y el ruido de la puerta que daba al vestíbulo al ser cerrada con cuidado. El resplandor de las farolas eléctricas de la calle se reflejaba pálidamente aquí y allí en el techo de la habitación y en las partes altas de los muebles, pero abajo, donde se encontraba Gregorio, estaba oscuro. Tanteando todavía torpemente con sus antenas, que ahora aprendía a valorar, se deslizó lentamente hacia la puerta para ver lo que había ocurrido allí. Su costado izquierdo parecía una única y larga cicatriz que le daba desagradables tirones y le obligaba realmente a cojear con sus dos filas de patas. Por cierto, una de las patitas había resultado gravemente herida durante los incidentes de la mañana -casi parecía un milagro que sólo una hubiese resultado herida-, y se arrastraba sin vida.
    Sólo cuando ya había llegado a la puerta advirtió que lo que lo había atraído hacia ella era el olor a algo comestible, porque allí había una escudilla llena de leche dulce en la que nadaban trocitos de pan. Estuvo a punto de llorar de alegría porque ahora tenía aún más hambre que por la mañana, e inmediatamente introdujo la cabeza dentro de la leche casi hasta por encima de los ojos. Pero pronto volvió a sacarla con desilusión. No sólo comer le resultaba difícil debido a su delicado costado izquierdo -sólo podía comer si todo su cuerpo cooperaba jadeando-, sino que, además, la leche, que siempre había sido su bebida favorita, y que seguramente por eso se la había traído la hermana, ya no le gustaba; es más, se retiró casi con repugnancia de la escudilla y retrocedió a rastras hacia el centro de la habitación.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 5.1
      En el fragmento que podemos observar, perteneciente a la “autoridad fraternal” (segunda parte del libro), de “la metamorfosis”, se luce la atmósfera que presenta el punto de vista del protagonista, referente a su habitación y a la transformación repentina e irremediable que acaba de experimentar. Esta sensación de angustia vital, por tanto, se puede ver a la hora de exponer las luces del exterior reflejadas en el cuarto, en el techo, las paredes…..en todos sitios excepto en el suelo, donde se encuentra gregorio.

      Este aspecto, que a simple vista carece de importancia, expone la situación de marginación del protagonista, que ve la puerta de su habitación como la única barrera que le separa de su vida familiar y felicidad anterior. Que siente como los únicos rayos de luz, procedentes de la calle que no ha podido volver pisar, debido a su transformación, ni siquiera se ponen de su parte y se reflejan en su cuerpo, sino en el resto de la habitación.
      Pero sobretodo, aquello que mas le gustaba, tras sufrir ese infortunio del destino que no le había dejado probar bocado, un tazón con leche y pan, no le gustaba. Los propios instintos e impulsos propios de las pasiones que formaban el ser de Gregorio, estaban también afectados.

      El mal Fatum, por tanto, no es que se halla implicado severamente en la situación personal, social y mental de Gregorio, sino que ha hecho de él otro ser.
      La transformación del ser, sin embargo, no ha sido tan peculiar a lo largo de la historia del tiempo. La propia evolución del hombre, guiado por mutaciones y la selección natural de Darwin, ha provocado la existencia de la raza humana conocida actualmente.
      Sin embargo, la suerte no esta a favor de este protagonista.
      La metamorfosis, propiamente dicha en el ámbito biológico, implica en la naturaleza el cambio y la evolución hacia un ser mas fuerte, como es el caso del gusano, convertido en crisálida, para que al cabo de un tiempo, se transforme de un ser diminuto y poco vistoso, a otro de belleza sublime y capaz de volar. Implica un significado de superación con respecto a otras especies. Pero no un cambio capaz de provocar la no correspondencia, la marginación y el rechazo de la mente al cambio y al cuerpo.

      Así pues, esta postura de pasividad y debilidad de Gregorio, expuesta en el fragmento, nos podría recordar a una crítica de William Shakespeare:”EL DESTINO BARAJA LAS CARTAS, PERO SOMOS NOSOTROS QUIENES LAS JUGAMOS”. De acuerdo con el significado de esta frase, hay que recordar que ante los momentos difíciles, lo último que debe hacer el ser humano es rendirse ante la crueldad del mundo, y buscar nuestros propios rayos de luz y esperanza.

      Eliminar
  2. El fragmento de la pagina 266-267 hace referencia a la crueldad que le deparà en el mundo a alguien que es diferente a los demas, de manera que por principios se piensa de ese ser siempre con un cariz negativo.

    El padre de Gregor automaticamente da por sentado que la madre ha sufrido un ataque violento de aquel ser en forma de insecto y decide sin contemplaciones acabar con él.

    El parrafo en el que el padre aparece perfectamente uniformado lo podriamos establecer como metafora clara de la sociedad representada por el estado, contra los seres que no se adaptan a los canones basicos de la sociedad. Son los perseguidos de la historia, ya sea por su color de piel su diferente religión o por su aspecto no usual.

    En este fragmento el padre intenta acabar con el insecto pisoteandolo, pero hasta la desgana que muestra esta actividad facil, que un hombre aplaste un insecto y acabe bombardeandolo con manzanas indica la desafectación o la falta de empatia que siente la sociedad hacia los seres que no siguen al rebaño.

    El padre uniformado y pulcro , representa a un moderno leviatán encarnados por T.hobbes como figura o imagen encarnadora del poder del estado.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Las desventuras del joven Wether (para examen)

LOS SUFRIMIENTOS DEL JOVEN WERTHER. Sí, señor, no soy más que un viajero, un peregrino de este mundo. ¿Sois vosotros algo más? J. W. Goethe, Werther , Madrid, Cátedra, 2009, trad. Manuel José González, carta de 16 de junio, p. 130. PROCESO DE ESCRITURA Y PUBLICACIÓN – EDICIÓN: Los sufrimientos del joven Werther , escrita por Wolfgang Goethe , publicada por primera vez en 1774 , el mismo año que Goethe escribió su oda “ Prometeo ”. Goethe mencionó en la primera versión de su Römische Elegien , Elegías romanas , que su «sufrimiento juvenil» fue en parte inspiración para la creación de la novela. Cuando terminó sus estudios de leyes en 1772, encontró empleo en la Cámara Imperial del Sacro Imperio Romano Germánico en Wetzlar . Goethe fue amigo del secretario Karl Wilhelm Jerusalem . La noche de 9 de junio de 1772 los dos amigos estaban presentes en un baile , donde Goethe conoció a la joven Charlotte Buff (1753-1828) y a su prometido, Johann Christian Kestner (1741-1800...

El París industrial de 1850

París, cuya actividad productiva estaba aún orientada a los artesanos o a los oficios tradicionales, es objeto del gran cambio del comercio, pues se funda, en 1852, el primer gran centro comercial, el “Bon marché”, que ofrece, frente a las pequeñas tiendas especializadas, una enorme gama de artículos. Rápidamente se crean otros grandes almacenes, algunos de los cuales, como “Printemps”, aún subsisten hoy en día.             Por ansia de prestigio o por igualarse a Londres, por dar trabajo a los obreros y por remodelar una ciudad cuyas estrechas callejuelas facilitaban la construcción de barricadas –de hecho la Revolución de la Comuna de 1971 ya no pudo extenderse como aquella del 1848-, el II Imperio confía al barón Haussmann, la dirección de grandes obras de urbanismo en París. Realizadas por empresas privadas, las obras cambian el rostro de la ciudad, ya que las sinuosas calles del centro son sustituidas por...