Las flores del mal
2.2.- Las flores del mal
(1857)El libro fue el resultado de un proceso creativo que abarcó toda la vida del poeta. Las primeras composiciones se remontan a 1840, y muchos textos fueron apareciendoen periódicos y revistas. Desde 1845 Baudelaire fue anunciando la publicación de un libro, primero con el título Las lesbianas , luego Los limbos, pero desde 1850 ya da el título de Las flores del mal a un grupo de poemas publicados en la Revue de Deux Mondes.
El título era ambiguo y enigmático y en él se reunían dos conceptos: uno estético, las flores, pues remite a una idea de belleza, y el otro, moral, que implica las nociones de pecado, de sufrimiento y de dolor; “flores del mal” como “lo más granado de los pecados o males existentes”, como el mundo o la sociedad donde la poesía es la única “flor”, lo único bello que crece en él, como posibilidad de rescate ante tanta miseria.
El título era ambiguo y enigmático y en él se reunían dos conceptos: uno estético, las flores, pues remite a una idea de belleza, y el otro, moral, que implica las nociones de pecado, de sufrimiento y de dolor; “flores del mal” como “lo más granado de los pecados o males existentes”, como el mundo o la sociedad donde la poesía es la única “flor”, lo único bello que crece en él, como posibilidad de rescate ante tanta miseria.
La
primera edición se publicó en 1857, provocando un juicio por
inmoralidad, que Baudelaire perdíó; fue condenado a pagar una multa y a
eliminar una seis poemas. En 1861 publicó una nueva edición con más
poemas, que es la que leemos actualmente. Los poemas censurados, que fueron publicados más tarde comoLos desechos, nuevamente censurados, se añadieron más tarde a las ediciones actuales.
•La organización interna que el poeta dio a su libro responde a unaintencionalidad clara. En primer lugar, el poemario tiene una estructura unitaria, pues Baudelaire
lo concibió como una unidad textual, no como un conjunto de poemas. En
suinterior encontramos poemas perfectamente enlazados que dan un sentido
último a todo el poemario. Dicho sentido responde a la visión que tiene el poeta del mundo, de su sociedad.
Un mundo, como advierte en el prefacio “Al lector”, presidido por el
mal, por Satán, que es quien mueve sus hilos, caótico, desolador. Esa
unidad textual está determinada por la presencia de un “yo”, el del
poeta, que indaga en esa realidad, y
cuya experiencia ofrece al lector, a todos los hombres. Las flores del
mal constituyen un itinerario espiritual del propio autor, que
trasciende lo individual y lo ofrece como ejemplo universal. Los poemas trazan el itinerario de un yo que oscila entre dos polos: el dolor, la amargura y la conciencia de la miseria de la condición humana, y la aspiración hacia una esfera superior, espiritual, que trascienda todo esto. En definitiva, lo que Baudelaire resumió en dos conceptos:Soleen e Ideal.
Soleen significa
melancolía, tedio, en definitiva la angustia existencial provocada por
la desoladora visión del mundo y especialmente por la acción del Tiempo,
que todo lo destruye. Frente a ello,
Baudelaire opone el Ideal, la esfera de lo absoluto, de la Belleza,
donde materia y tiempo quedan anulados. Entre estos dos polos se debate permanentemente el hombre. Es un continuo debate, y a él responden el sentido, el ritmo y la estructura de Las flores del mal , en las que el poeta “desciende a los infiernos”, indaga todos los males y vicios del mundo para intentar remontars, respondiéndo
a un ritmo interior ascenso/descenso que concluye con la incapacidad
del poeta para resolver esta tensión; de ahí la rebelión final del
poeta, la visión negativa de “una humanidad que camina hacia el abismo”.
•Estructura: el texto se organiza en seis ciclos:-“Spleen e Ideal”: engloba 85 poemas. El título responde a ese sistema de contrarios en el que se sostiene todo el libro y condensa ese sentido ascendente/descendente al que nos hemos referido, anticipando así el sentido global de todo el poemario, y ratificando al mismo tiempo su carácter circular y cerrado.
a.- Dedicatoria a Teófilo Gautier, poeta representativo de “el arte por el arte”
b.- Introducción: Primer poema: Al lector. El propósito es el tedio que invade al lector igual que al poeta y la complicidad entre ambos. Internamente
este ciclo va desarrollando parcialmente los aspectos que constituyen
la mencionada tensión. A su vez, se puede constatar un miniciclo, de los
poemas I al IX,en
que se alude a la función del poeta y a su destino, como en el poema
“Albatros”; en suma. Habla de la inutilidad e incomprensión del poeta en
una sociedad que se rige por el principio del progreso materialista; o en “Elevación”, que refleja el distanciamiento del poeta respecto a la realidad.
c) Spleen e ideal:
poemas 1 à 85. Describen la dualidad entre el deseo de recuperar la
pureza perdida y la sensación de estar enfangado en la realidad.
d.-“Cuadros parisinos” : poemas 86 à 103. La ciudad impone al poeta su fealdad y su maldad, pero también momentos y personajes mágicos, es un ciclo que comporta una gran novedad: la incorporación de la ciudad como materia poética, convertida en un espacio simbólico de la degradación, poblada por una muchedumbre donde la individualidad se diluye en lo colectivo e impersonal. El ritmo vertiginoso de la ciudad olvida a los débiles o marginados:
ancianos, mendigos, ciegos, fuera de la ley como el poeta. A esta
fealdad humana, improductiva, canta el poeta embelleciéndola,
ennobleciéndola a través de la poesía. Y sobre ella proyecta el
sentimiento de un amor solidario como posibilidad de rescate de la
mísera condición humana. El poeta se presenta como un “flâneur”,
un paseante que recorre los diferentes ámbitos de la ciudad, mostrando
lo terrible de ese mundo.
e.- “El vino” poemas 104 à 108. El vino permite soñar que se accede a la liberación, al paraíso perdido.consta de cinco poemas que muestran la voluntad de huir del soleen a través de uno de esos “paraísos artificiales”.
f.- “Las flores del mal”:
poemas 109 à 117. Todos los vicios que expresan la desesperación del
que se contempla a sí mismo en su cuerpo y en su interior. Muestra el descenso hacia lo más profundo del abismo; en este ciclo leemos una serie de poemas que conforman un universo sádico, brutal, recorrido
por la sangre, el vicio y la muerte: La autodestrucción es el camino
elegido por el poeta. Adicto al opio y enfermo de sífilis. Asimismo, la
presencia de la mujer, concebida como criatura diabólica, le sirve para recrear el tema amoroso desde un punto de vista erótico, lascivo y lésbico. Es una indagación en el mal, desde la que el poeta intenta una elevación.
g.-“Rebelión” poemas
118 à 120. El hombre, asqueado de sí mismo, se dirige a Satanás, que
representa la depravación, entre injurias y blasfemias. Es el ciclo más dramático, ya que es inútil el sufrimiento del hombre ante
un Dios que está ausente del mundo. Surge así la protesta religiosa, el
renegar de Dios, que acompaña a la visión de una humanidad escindida
entre el Bien y el Mal; el mundo está dominado por el Mal, como muestran las “Letanías a Satán”.
h.-La Muerte” poemas 121 à 126. Es el último ciclo; sólo la muerte nos conduce hacia “cielos ignotos” y por eso el último poema, “El viaje” nos muestra un camino que lleva a lo absurdo, aunque en búsqueda de una esperanza. La esperanza única de salvación y la última esperanza está en la muerte.
Temas:
En general se suele afirmar que Baudelaire es el poeta de la vida moderna, el primero que se interesa por las ciudades. Si lo es, será para decir hasta qué punto detesta la ciudad tentacular, que, para él, es el lugar geométrico de la desgracia humana. Pero el campo no vale mucho más. Nunca le entusiasmarán las locomotoras y la vida moderna. Baudelaire aparece como poeta por medio del mundo por repulsión, no por adhesión; y por esta razón el mundo lo rechazó.
La poesía debe indagar sobre el sentido de la vida, pero tiene que buscar, paralelamente, la belleza artística cuidando exquisitamente la forma.
El ansia de evasión (viajes, excesos, muerte) no
excluye la profundidad en la nueva realidad burguesa e industrial; está
presente el realismo de la gran ciudad, que se convierte en el
escenario de la obra. La ciudad impone al poeta su fealdad y su suciedad, pero, a la vez, le permite perderse para intentar encontrarse a sí mismo.
La angustia vital romántica se enriquece con nuevos motivos: la masa urbana, el solitario anonimato del individuo y, sobre todo, el tedio.
La poesía de Baudelaire parte de la idea de que EL MAL está en el
corazón del hombre como la fealdad está en el corazón del mundo.
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