Prerenacimiento: Humanismo y Dolce still Novo.
En la época de Boccaccio la clase burguesa es ya una fuerza emergente que se irá fortaleciendo mientras la case nobiliaria , por el contrario, empobrece y pierde poder.
Orígenes del humanismo:
El humanismo nació en Italia en el siglo XIV y los que le dieron vida fueron dos florentinos, ambos escritores, Petrarca y Boccaccio, que por esta razón se constituyeron en los precursores del Renacimiento. Ambos se dedicaron con entusiasmo al estudio de las obras de la antigüedad clásica. Obras olvidadas y desconocidas de esa época las dieron a conocer y resucitaron gran parte del pasado de la literatura grecorromana; pero esta pasión por lo antiguo no sólo se limitó a lo literario, sino que también abarcó a las artes plásticas, y a la forma de vida humana, en general.
Francisco Petrarca fue calificado como el padre del humanismo por el impulso que dió al redescubrimiento de las letras clásicas y fue, a la vez, un filólogo (estudioso de los idiomas y obras literarias, especialmente en su parte gramatical), que inició la búsqueda de los manuscritos clásicos descubriendo, entre otras cosas, las cartas de Cicerón, que hasta esa fecha eran desconocidas. También estudió las obras de Horacio y de Virgilio y escribió en un latín perfecto numerosos poemas y epístolas, en los que ensalzó a los literatos de la antigüedad.
Tanto los papas como los principales monarcas de la época admiraron la labor cultural de este hombre, por lo que el Senado de la República de Venecia lo nombró Ciudadano de Honor y tanto la ciudad de Roma como la Universidad de París lo premiaron con el estímulo máximo de ese entonces, la corona de laurel.
Juan Boccaccio, fue contemporáneo de Petrarca y también escribió numerosas obras en latín, idioma que dominaba a la perfección, pero no pudo incursionar en las obras de la antigüedad griega por desconocer el idioma heleno. Su obra más famosa es el Decamerón, colección de cien cuentos, en los que relata los vicios e inmoralidad de esa época. Esta obra se caracteriza por su estilo, que es la prosa clásica.
Influencia griega:
En el siglo XV, el humanismo adquiere real relevancia con la caída de Constantinopla, el último baluarte imperial. Luego del ataque de los turcos y la consiguiente destrucción del imperio bizantino, los eruditos helénicos abandonaron Constantinopla y buscaron refugio en las tierras occidentales, especialmente en Italia, país con el que habían mantenido cordiales relaciones durante toda la Edad Media. En este lugar dieron a conocer textos helénicos desconocidos hasta entonces y enseñaron el idioma griego, ignorado por completo en Occidente.
Este paso es considerado como esencial en el desarrollo y penetración de la cultura bizantina en Italia. Se crearon escuelas de estudios griegos y una de la más importantes fue la de Miguel Crisoloras, quien junto con enseñar el idioma explicó diversas obras clásicas, poniendo especial énfasis en Homero.
Basilio, dirigente de la Iglesia Ortodoxa, trajo desde Constantinopla más de 800 códices (manuscritos antiguos) griegos y latinos, que contenían obras de Tácito, de Sófocles y de Tito Livio. Todos querían leer estos textos y tener acceso al saber. Y exactamente en este mismo período, con la invención de la imprenta, se logra la difusión masiva de la cultura, con textos a bajo costo.
Durante la Edad Media, la idea de cristiandad pesó sobre toda la cultura. Pero con el declinar de ésta, el hombre y sus creaciones pasaron a ser el centro. Con ello se produjo un cambio importante en el modo de pensar, de vivir y de ver el mundo. Se iniciaba una etapa nueva en la vida de los europeos, que recibió el nombre de humanismo.
El ser humano se revaloriza: se destaca su inteligencia, su creación artística, su libertad, inspirada en la civilización clásica, el mundo adquiere una fisonomía distinta y todo tiende a humanizarse.
Anteriormente "el caldo de cultivo" perfecto para estos autores fue el movimiento stillnovista que se extendió por Italia, especialmente Bolonia, Sicilia, Florencia.
Con la expresión toscana Dolce stil novo («Dulce estilo nuevo»), Francesco de Sanctis denominó a un grupo de poetas italianos de la segunda mitad del siglo XIII, integrado por Guido Guinizelli, Guido Cavalcanti, Dante Alighierii entre otros.
La expresión dolce stil novo proviene de la Divina comedia de Dante, concretamente de Purgatorio, XXIV, v. 57, («Di qua dal dolce stil novo ch' i' odo») y de allí es de donde el poeta florentino Bonagiunta da Lucca denomina así la obra de Dante en contraposición a la lírica trovadoresca.
CONTEXTO HISTÓRICO.-
Aunque nos situamos en el medioevo (s. XIV), Boccaccio se convierte por su modernidad temática y prosística y todas sus innovaciones en precedente del Renascimento.
Resulta sorprendente que un escritor de la Edad Media contenga ya otra forma de concebir el mundo, pero el s.XIV en Italia fue ya un Prerrenacimiento cargado de grandes cambios científicos-filosóficos, religiosos y culturales: Antropocentrismo. Al mismo tiempo las nuevas rutas comerciales traen un auge económico e industrial que acabará en 1492 con el descubrimiento del nuevo mundo. La obra se inicia con la descripción de la peste bubónica. El documento es la obra plenamente renacentista ya que se ocupa sólo de temas humanos, sin mencionar aspectos religiosos y teológicos. Es notable por la riqueza y variedad de los cuentos, que alternan entre la solemnidad y el humor.
El Decamerón rompió con la tradición literaria y, por primera vez en la Edad Media , Bocaccio presentó al hombre como artifice de su destino, más que como un ser a merced de la gracia divina.
Nos encontramos en el siglo XIV en Italia. La peste negra, el mosaico de ciudades-estados, las rivalidades entre señores feudales, las cruzadas, la naciente burguesía urbana y los atisbos de Humanismo y Renacimiento son los hilos que tejen el contexto que envuelven a Giovanni Bocaccio y a su obra cumbre, El Decamerón. Hacía 1348 (siglo XIV). La peste negra asola Europa y acaba prácticamente con la mitad de la población.
La corporalidad, lo físico y la belleza del cuerpo humano tan exaltado en la antigüedad y tan sacrosanto en la Edad Media , son aplastadas ante los cadáveres de la devastación. En este desolador contexto, el escritor italiano encuentra la inspiración a su obra. Se iniciaba una etapa nueva en la vida de los europeos, que recibió el nombre de Humanismo.
El ser humano se revaloriza: se destaca su inteligencia, su creación artística, su libertad, inspirada en la civilización clásica, el mundo adquiere una fisonomía distinta y todo tiende a humanizarse.En la época de Boccaccio la clase burguesa es ya una fuerza emergente que se irá fortaleciendo mientras la case nobiliaria , por el contrario, empobrece y pierde poder.
Orígenes del humanismo:
El humanismo nació en Italia en el siglo XIV y los que le dieron vida fueron dos florentinos, ambos escritores, Petrarca y Boccaccio, que por esta razón se constituyeron en los precursores del Renacimiento. Ambos se dedicaron con entusiasmo al estudio de las obras de la antigüedad clásica. Obras olvidadas y desconocidas de esa época las dieron a conocer y resucitaron gran parte del pasado de la literatura grecorromana; pero esta pasión por lo antiguo no sólo se limitó a lo literario, sino que también abarcó a las artes plásticas, y a la forma de vida humana, en general.
Francisco Petrarca fue calificado como el padre del humanismo por el impulso que dió al redescubrimiento de las letras clásicas y fue, a la vez, un filólogo (estudioso de los idiomas y obras literarias, especialmente en su parte gramatical), que inició la búsqueda de los manuscritos clásicos descubriendo, entre otras cosas, las cartas de Cicerón, que hasta esa fecha eran desconocidas. También estudió las obras de Horacio y de Virgilio y escribió en un latín perfecto numerosos poemas y epístolas, en los que ensalzó a los literatos de la antigüedad.
Tanto los papas como los principales monarcas de la época admiraron la labor cultural de este hombre, por lo que el Senado de la República de Venecia lo nombró Ciudadano de Honor y tanto la ciudad de Roma como la Universidad de París lo premiaron con el estímulo máximo de ese entonces, la corona de laurel.
Juan Boccaccio, fue contemporáneo de Petrarca y también escribió numerosas obras en latín, idioma que dominaba a la perfección, pero no pudo incursionar en las obras de la antigüedad griega por desconocer el idioma heleno. Su obra más famosa es el Decamerón, colección de cien cuentos, en los que relata los vicios e inmoralidad de esa época. Esta obra se caracteriza por su estilo, que es la prosa clásica.
Influencia griega:
En el siglo XV, el humanismo adquiere real relevancia con la caída de Constantinopla, el último baluarte imperial. Luego del ataque de los turcos y la consiguiente destrucción del imperio bizantino, los eruditos helénicos abandonaron Constantinopla y buscaron refugio en las tierras occidentales, especialmente en Italia, país con el que habían mantenido cordiales relaciones durante toda la Edad Media. En este lugar dieron a conocer textos helénicos desconocidos hasta entonces y enseñaron el idioma griego, ignorado por completo en Occidente.
Este paso es considerado como esencial en el desarrollo y penetración de la cultura bizantina en Italia. Se crearon escuelas de estudios griegos y una de la más importantes fue la de Miguel Crisoloras, quien junto con enseñar el idioma explicó diversas obras clásicas, poniendo especial énfasis en Homero.
Basilio, dirigente de la Iglesia Ortodoxa, trajo desde Constantinopla más de 800 códices (manuscritos antiguos) griegos y latinos, que contenían obras de Tácito, de Sófocles y de Tito Livio. Todos querían leer estos textos y tener acceso al saber. Y exactamente en este mismo período, con la invención de la imprenta, se logra la difusión masiva de la cultura, con textos a bajo costo.
Durante la Edad Media, la idea de cristiandad pesó sobre toda la cultura. Pero con el declinar de ésta, el hombre y sus creaciones pasaron a ser el centro. Con ello se produjo un cambio importante en el modo de pensar, de vivir y de ver el mundo. Se iniciaba una etapa nueva en la vida de los europeos, que recibió el nombre de humanismo.
El ser humano se revaloriza: se destaca su inteligencia, su creación artística, su libertad, inspirada en la civilización clásica, el mundo adquiere una fisonomía distinta y todo tiende a humanizarse.
Anteriormente "el caldo de cultivo" perfecto para estos autores fue el movimiento stillnovista que se extendió por Italia, especialmente Bolonia, Sicilia, Florencia.
Con la expresión toscana Dolce stil novo («Dulce estilo nuevo»), Francesco de Sanctis denominó a un grupo de poetas italianos de la segunda mitad del siglo XIII, integrado por Guido Guinizelli, Guido Cavalcanti, Dante Alighierii entre otros.
La expresión dolce stil novo proviene de la Divina comedia de Dante, concretamente de Purgatorio, XXIV, v. 57, («Di qua dal dolce stil novo ch' i' odo») y de allí es de donde el poeta florentino Bonagiunta da Lucca denomina así la obra de Dante en contraposición a la lírica trovadoresca.
Características de la lírica trovadoresca frente al Dolce Stil novo:
La mayoría de los «stilnovistas» tuvieron contacto con la Universidad de Bolonia, por entonces muy influida por el pensamiento aristotélico.
La escuela poética siciliana de la primera mitad del siglo XIII pionera en el empleo de la lengua vernácula vulgar y a la que se deben formas como el soneto, creado por Giacomo da Lentini.
Los poetas más importantes de este grupo fueron la tríada compuesta por Guinizelli, Cavalcanti y Dante Alighieri, quien configuró el desarrollo teórico, filosófico y metafísico de la fenomenología amorosa. Desde un punto de vista formal, los metros más usados por esta escuela poética fueron el soneto, la canción y la balada, compuestos en endecasílabos y heptasílabos.
Guinizelli compuso la canción programática del movimiento, Al cor gentil ripara sempre amore.[2] Definió el amor gentil como «purificado y purificador» y considera que el amor y el corazón noble, derivado de la virtud personal, son una y la misma cosa. Según Guinizzelli, la amada estimula la disposición innata del amante para el bien absoluto y lo pone en comunicación con Dios.
Il Dolce Stil Nuovo
Es la expresión más alta en poesía amorosa, tanto por los resultados poéticos como por la exquisitez del lenguaje, su coherencia y la complejidad y profundidad de los temas espirituales e ideales.
En Bolonia, que tenía la Universidad más importante de Italia, la concepción espiritual y moral del amor toma una consistencia muy importante hasta el punto que se transforma en el centro de la actividad poética de los nuevos poetas florentinos: Fidelli d'amore / stilnovistas (encabezados por Dante).
DANTE ALIGHIERI:
Dentro del stil nuovo hace poesías dulces y suaves, al estilo de Guido Guinizzelli, pero también imita mucho los temas dramáticos de Cavalcanti.
-La vita nova: Contiene algunas de estas composiciones juveniles, sobretodo las dedicadas a Beatrice. Es la mujer que inspira esta obra y luego aparecerá en la Divina Comedia, en el Paraíso. “Beatrice” significa “la que da la felicidad”. Han identificado a Beatrice con una mujer real, llamada Bice, que murió en 1290, a los 24 años. Dante compone esta obra entre 1292 y 1293.
Es una obra en la que se alterna prosa y poesía. Hay 42 capítulos y 31 poemas. Hace una especie de diario literario de su amor hacia Beatrice. La prosa a veces ayuda para contar los relatos y también para comentar las poesías. Narra desde su primer enamoramiento hacia Beatrice, todo el proceso, los sentimientos, como intenta disimular cantando a otras damas (“mujeres pantalla”) y como cae enfermo y tiene una visión en la que ella muere. Cuando se recupera, ella ha muerto realmente. Tiene mucha simbología. Nombra a los “fidelli d'amore”. Es una obra muy medieval. Dante tiene muchas visiones que escribe en la obra. Cuando acaba la obra, empieza a tontear con otra dama: “la filosofía”.
Novedades de La vita nova:
• Primera vez que se habla de amor en prosa
• Mezcla poesía y prosa
• La prosa es en lengua vulgar
• Se produce una superación del stil nuovo: se conforma sólo con su propio sentimiento para que le dé felicidad.
Cuando acabó la Vita Nova, Dante se dedicó a una vida disipada. Se interesa por la política y por ampliar sus conocimientos culturales (filosofía, literatura, teología) y aumenta su producción poética con nuevas poesías inspiradas en nuevos temas y experiencias.
- La Divina Comedia: Sólo la llamó La Commedia y le puso este título en relación con el estilo, porque decía que era una composición que empezaba mal pero que acababa bien, y también por el estilo humilde en oposición al elevado de la tragedia. El adjetivo de “Divina” es posterior. El primero que se lo puso fue Boccacio. Aparece publicado por primera vez con las dos palabras en 1555, en una edición en Venecia de Ludovico Dolce.
Su composición duró unos 15 años, hasta casi su muerte. No existe una datación concreta pero se opina que El Infierno fue escrito entre 1304 y 1308 y divulgado en 1314, El Purgatorio fue escrito entre 1308 y 1312 y divulgado en 1315, y El Paraíso fue escrito entre 1316 y 1321 y divulgado póstumamente por sus hijos.
Dante encontró muchas dificultades entre las autoridades religiosas y las órdenes mendicales porque se dudaba de la ortodoxia de la composición y del propio Dante (coge elementos islámicos para elaborar los mundos del más allá), pero encuentra una difusión oral enorme, y más tarde también escrita.
La Divina Comedia se divide en tres partes, cada una de ellas llamada “cántiga” y cada una dedicada a uno de los mundos del más allá (Infierno, Purgatorio y Paraíso). Cada cántiga consta de 33 cantos, excepto El Infierno que tiene un proemio y que, por lo tanto, suma 34 cantos. En total hay 100 cantos. Todo está escrito en tercetos encadenados. Es la primera vez que se utiliza este tipo de estrofa (“tercetos dantescos”). Está inspirada en el supremo criterio de la justicia divina, que es la que premia o castiga en el más allá según las acciones realizadas en la Tierra.
En La Divina Comedia se narra el viaje de Dante a través de los tres mundos. Dante es el símbolo de la progresiva experiencia de la purificación del alma. Estos tres mundos se presentan como una gran construcción arquitectónica en base al sistema ptolemaico y aristotélico.
Argumento básico: el Viernes Santo de 1300 (año de jubileo), Dante se encuentra en la puerta del Infierno. Esto le sucede porque murió Beatrice, que era la mujer que lo había llevado por el camino de la virtud, y ahora se siente perdido. Se encuentra en la selva del pecado y se le aparecen tres fieras: “lujuria”, “avaricia” y “soberbia”. En este momento se le aparece Virgilio enviado por Beatrice para que le ayude. Virgilio simboliza la razón humana, mientras que Beatrice simboliza la teología. Virgilio ayuda a Dante a liberarse de las tres fieras y lo introduce por la puerta del Infierno, dando inicio al viaje de siete días. Virgilio guía a Dante también por el Purgatorio, pero no en el Paraíso, puesto que no está bautizado. Aquí es sustituido por Beatrice, que guía a Dante hasta que el viaje concluye con la visión de Dios.
El Infierno:
Aparece descrito como una profunda cavidad con forma de cono invertido. Se encuentra abierto bajo tierra desde Jerusalén hasta el centro de la Tierra, que es donde vive Lucifer. Se divide en nueve círculos descendentes y en cada uno de ellos se castiga un pecado según un criterio de gravedad progresiva. Además sigue una subdivisión de tres clases.
• “Anti-infierno”: es la antesala del Infierno y se encuentra en el primer círculo. Aquí están los indolentes y perezosos.
• “Limbo”: donde están todos los que murieron sin ser bautizados. Su pena es que no pueden ver a Dios.
• Pecados más graves Incontinentes: (desde el segundo hasta el quinto círculo) son los que no supieron contenerse de usar todas las cosas que Dios concede al hombre para conservar la vida. Son los que ofenden a Dios (golosos, avaros, pródigos e iracundos). En el sexto círculo se encuentran los heréticos. Violentos: (séptimo círculo) se dividen en violentos contra el prójimo (homicidas), contra sí mismos (suicidas) y contra Dios (blasfemos y sodomitas). Fraudulentos:
(círculos ocho y nueve) son los que cometieron el pecado más grave para Dante puesto que, según él, el fraude es fruto de la inteligencia usada para hacer daño a otros. Se dividen en los que usan la inteligencia contra los que no se fían (seductores, aduladores, adivinos, hipócritas, ladrones, consejeros falsos y celestinos) y los que la usan contra los que se fían: traidores. Estos últimos se encuentran en el río Cocito (parte baje del Infierno) que se divide en cuatro zonas: Caina (traidores a la familia), Antenora (a la patria), Tolome (a los huéspedes) y Giudecca (a los benefactores).
En el centro del Infierno se encuentra Lucifer. Aparece representado como un monstruo de tres cabezas y seis alas de murciélago. Está en el centro del río Cocito y está despedazando continuamente a Brutto, Casio y Judas, los peores pecadores para Dante.
Todos los castigos están penados por la ley de la contraposición (“contrapasso”).
El Purgatorio:
Se encuentra en el hemisferio austral. Aparece representado como una montaña altísima que está sobre una isla del océano en la parte contraria de Jerusalén. El guardián del Purgatorio es Catón el uticense, oponente de Julio César. Es un interprete de la ley y representa el símbolo de la libertad (libertad del pecado). El Purgatorio se divide en cuatro partes:
Playa: aquí llegan las almas que viajan desde el río Tiber.
Anti-purgatorio: es la parte más elevada de la montaña, es transparente y difícil de ascender porque simboliza la dificultad del camino de purificación. Se divide en cuatro partes ascendentes en las que se encuentran los excomulgados, los perezosos para arrepentirse, los que murieron violentamente sin tiempo de arrepentirse y los príncipes que se preocupan más por la política que por su alma. La pena que tienen es esperar un tiempo antes de entrar en el Purgatorio. Las almas se van purificando, van ascendiendo incluso hasta el Paraíso.
Purgatorio: Guardado por un ángel que interroga a Dante y a Virgilio (confesión). Se divide en tres zonas que se subdividen en siete rellanos en donde las almas se encuentran colocadas con un criterio opuesto al del Infierno (desde los pecado más graves a los más leves). La clasificación de los espíritus Dante la coloca según la teoría del amor y esto corresponde con que el amor puede
ser natural (bueno) o por elección (elegir obrar bien o mal: soberbia, envidia, ira, pereza de religión, mucho amor hacia los bienes terrenales). Cada vez que los espíritus aumentan un estrato se encuentran un ángel que los interroga.
Paraíso terrenal: Se basa en las descripciones bíblicas y clásicas del Edén. Es una llanura situada en la parte superior del Purgatorio, cubierta de mucha vegetación, muy ventilada debido al eterno movimiento de los cielos y además bañada por los ríos Lete y Eunoe. Dante ve una procesión en la que se relatan todos los sucesos de la historia del Imperio, la Iglesia y Florencia, y se baña en los ríos para purificarse y prepararse para ir al Paraíso.
El Paraíso:
Está constituido por nueve cielos concéntricos que rodean la Tierra y mantienen un movimiento constante, por el Empirio (cielo de luz, inmóvil). El movimiento de los cielos está determinado por el deseo de Dios y su velocidad aumenta a medida que se acerca al Empirio. Cada cielo está presidido por inteligencias motrices y se mueven desde el más alto al más bajo. Los cielos son: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Estrellas fijas y primer móvil (donde empieza el movimiento rotatorio).
Según la idea explicada en Il Convivio, los primeros tres cielos se corresponden con las artes del Trivium, los cuatro siguientes con las del Quatrivium, el octavo con la física y metafísica, el noveno con la filosofía moral, y el décimo (en el cual se encuentra Dios) con la teología.
Las almas se llaman beatos y no ocupan un lugar fijo porque todos están en los sillones de la “Cándida Rosa” contemplando continuamente el rostro de Dios.
Al final de todo el recorrido, Dante puede contemplar el triunfo de Cristo, de la Virgen, de los Arcángeles y de los Apóstoles (en el cielo de las Estrellas fijas), puede escuchar el canto de los serafines en el noveno cielo y, finalmente, a San Pedro, San Santiago y San Juan sobre la fe, la esperanza y la caridad (las tres virtudes teologales). Después de esto puede llegar al Empirio donde Beatriz lo deja para ocupar su sillón en la “Cándida Rosa”. Ahora lo acompaña San Bernardo. En el Empirio Dante ve por fin la “Cándida Rosa” y puede contemplar la visión de Dios en un momento de éxtasis.
El Paraíso representa la cumbre de la filosofía. La teoría literaria clásica dice que también representa el triunfo de las doctrinas cristianas, y lo prueba por la presencia de numerosos santos importantes en el pensamiento medieval. Toda la cántiga del Paraíso se rige por la absoluta perfección.
El Dolce stil novo fue el que ejerció un extenso influjo sobre poetas posteriores, en especial Francesco Petrarca, , Giovanni Boccaccio, etc. Asimismo, a través da influencia del Canzoniere de Petrarca, las convenciones del Dolce Stil Novo se expandieron por toda Europa y marcaron el desarrollo de la poesía lírica francesa, ibérica, inglesa (salvo la rara excepción de William Shakespeare), etc.
La mayoría de los «stilnovistas» tuvieron contacto con la Universidad de Bolonia, por entonces muy influida por el pensamiento aristotélico.
La escuela poética siciliana de la primera mitad del siglo XIII pionera en el empleo de la lengua vernácula vulgar y a la que se deben formas como el soneto, creado por Giacomo da Lentini.
Los poetas más importantes de este grupo fueron la tríada compuesta por Guinizelli, Cavalcanti y Dante Alighieri, quien configuró el desarrollo teórico, filosófico y metafísico de la fenomenología amorosa. Desde un punto de vista formal, los metros más usados por esta escuela poética fueron el soneto, la canción y la balada, compuestos en endecasílabos y heptasílabos.
Guinizelli compuso la canción programática del movimiento, Al cor gentil ripara sempre amore.[2] Definió el amor gentil como «purificado y purificador» y considera que el amor y el corazón noble, derivado de la virtud personal, son una y la misma cosa. Según Guinizzelli, la amada estimula la disposición innata del amante para el bien absoluto y lo pone en comunicación con Dios.
Il Dolce Stil Nuovo
Es la expresión más alta en poesía amorosa, tanto por los resultados poéticos como por la exquisitez del lenguaje, su coherencia y la complejidad y profundidad de los temas espirituales e ideales.
En Bolonia, que tenía la Universidad más importante de Italia, la concepción espiritual y moral del amor toma una consistencia muy importante hasta el punto que se transforma en el centro de la actividad poética de los nuevos poetas florentinos: Fidelli d'amore / stilnovistas (encabezados por Dante).
DANTE ALIGHIERI:
Dentro del stil nuovo hace poesías dulces y suaves, al estilo de Guido Guinizzelli, pero también imita mucho los temas dramáticos de Cavalcanti.
-La vita nova: Contiene algunas de estas composiciones juveniles, sobretodo las dedicadas a Beatrice. Es la mujer que inspira esta obra y luego aparecerá en la Divina Comedia, en el Paraíso. “Beatrice” significa “la que da la felicidad”. Han identificado a Beatrice con una mujer real, llamada Bice, que murió en 1290, a los 24 años. Dante compone esta obra entre 1292 y 1293.
Es una obra en la que se alterna prosa y poesía. Hay 42 capítulos y 31 poemas. Hace una especie de diario literario de su amor hacia Beatrice. La prosa a veces ayuda para contar los relatos y también para comentar las poesías. Narra desde su primer enamoramiento hacia Beatrice, todo el proceso, los sentimientos, como intenta disimular cantando a otras damas (“mujeres pantalla”) y como cae enfermo y tiene una visión en la que ella muere. Cuando se recupera, ella ha muerto realmente. Tiene mucha simbología. Nombra a los “fidelli d'amore”. Es una obra muy medieval. Dante tiene muchas visiones que escribe en la obra. Cuando acaba la obra, empieza a tontear con otra dama: “la filosofía”.
Novedades de La vita nova:
• Primera vez que se habla de amor en prosa
• Mezcla poesía y prosa
• La prosa es en lengua vulgar
• Se produce una superación del stil nuovo: se conforma sólo con su propio sentimiento para que le dé felicidad.
Cuando acabó la Vita Nova, Dante se dedicó a una vida disipada. Se interesa por la política y por ampliar sus conocimientos culturales (filosofía, literatura, teología) y aumenta su producción poética con nuevas poesías inspiradas en nuevos temas y experiencias.
- La Divina Comedia: Sólo la llamó La Commedia y le puso este título en relación con el estilo, porque decía que era una composición que empezaba mal pero que acababa bien, y también por el estilo humilde en oposición al elevado de la tragedia. El adjetivo de “Divina” es posterior. El primero que se lo puso fue Boccacio. Aparece publicado por primera vez con las dos palabras en 1555, en una edición en Venecia de Ludovico Dolce.
Su composición duró unos 15 años, hasta casi su muerte. No existe una datación concreta pero se opina que El Infierno fue escrito entre 1304 y 1308 y divulgado en 1314, El Purgatorio fue escrito entre 1308 y 1312 y divulgado en 1315, y El Paraíso fue escrito entre 1316 y 1321 y divulgado póstumamente por sus hijos.
Dante encontró muchas dificultades entre las autoridades religiosas y las órdenes mendicales porque se dudaba de la ortodoxia de la composición y del propio Dante (coge elementos islámicos para elaborar los mundos del más allá), pero encuentra una difusión oral enorme, y más tarde también escrita.
La Divina Comedia se divide en tres partes, cada una de ellas llamada “cántiga” y cada una dedicada a uno de los mundos del más allá (Infierno, Purgatorio y Paraíso). Cada cántiga consta de 33 cantos, excepto El Infierno que tiene un proemio y que, por lo tanto, suma 34 cantos. En total hay 100 cantos. Todo está escrito en tercetos encadenados. Es la primera vez que se utiliza este tipo de estrofa (“tercetos dantescos”). Está inspirada en el supremo criterio de la justicia divina, que es la que premia o castiga en el más allá según las acciones realizadas en la Tierra.
En La Divina Comedia se narra el viaje de Dante a través de los tres mundos. Dante es el símbolo de la progresiva experiencia de la purificación del alma. Estos tres mundos se presentan como una gran construcción arquitectónica en base al sistema ptolemaico y aristotélico.
Argumento básico: el Viernes Santo de 1300 (año de jubileo), Dante se encuentra en la puerta del Infierno. Esto le sucede porque murió Beatrice, que era la mujer que lo había llevado por el camino de la virtud, y ahora se siente perdido. Se encuentra en la selva del pecado y se le aparecen tres fieras: “lujuria”, “avaricia” y “soberbia”. En este momento se le aparece Virgilio enviado por Beatrice para que le ayude. Virgilio simboliza la razón humana, mientras que Beatrice simboliza la teología. Virgilio ayuda a Dante a liberarse de las tres fieras y lo introduce por la puerta del Infierno, dando inicio al viaje de siete días. Virgilio guía a Dante también por el Purgatorio, pero no en el Paraíso, puesto que no está bautizado. Aquí es sustituido por Beatrice, que guía a Dante hasta que el viaje concluye con la visión de Dios.
El Infierno:
Aparece descrito como una profunda cavidad con forma de cono invertido. Se encuentra abierto bajo tierra desde Jerusalén hasta el centro de la Tierra, que es donde vive Lucifer. Se divide en nueve círculos descendentes y en cada uno de ellos se castiga un pecado según un criterio de gravedad progresiva. Además sigue una subdivisión de tres clases.
• “Anti-infierno”: es la antesala del Infierno y se encuentra en el primer círculo. Aquí están los indolentes y perezosos.
• “Limbo”: donde están todos los que murieron sin ser bautizados. Su pena es que no pueden ver a Dios.
• Pecados más graves Incontinentes: (desde el segundo hasta el quinto círculo) son los que no supieron contenerse de usar todas las cosas que Dios concede al hombre para conservar la vida. Son los que ofenden a Dios (golosos, avaros, pródigos e iracundos). En el sexto círculo se encuentran los heréticos. Violentos: (séptimo círculo) se dividen en violentos contra el prójimo (homicidas), contra sí mismos (suicidas) y contra Dios (blasfemos y sodomitas). Fraudulentos:
(círculos ocho y nueve) son los que cometieron el pecado más grave para Dante puesto que, según él, el fraude es fruto de la inteligencia usada para hacer daño a otros. Se dividen en los que usan la inteligencia contra los que no se fían (seductores, aduladores, adivinos, hipócritas, ladrones, consejeros falsos y celestinos) y los que la usan contra los que se fían: traidores. Estos últimos se encuentran en el río Cocito (parte baje del Infierno) que se divide en cuatro zonas: Caina (traidores a la familia), Antenora (a la patria), Tolome (a los huéspedes) y Giudecca (a los benefactores).
En el centro del Infierno se encuentra Lucifer. Aparece representado como un monstruo de tres cabezas y seis alas de murciélago. Está en el centro del río Cocito y está despedazando continuamente a Brutto, Casio y Judas, los peores pecadores para Dante.
Todos los castigos están penados por la ley de la contraposición (“contrapasso”).
El Purgatorio:
Se encuentra en el hemisferio austral. Aparece representado como una montaña altísima que está sobre una isla del océano en la parte contraria de Jerusalén. El guardián del Purgatorio es Catón el uticense, oponente de Julio César. Es un interprete de la ley y representa el símbolo de la libertad (libertad del pecado). El Purgatorio se divide en cuatro partes:
Playa: aquí llegan las almas que viajan desde el río Tiber.
Anti-purgatorio: es la parte más elevada de la montaña, es transparente y difícil de ascender porque simboliza la dificultad del camino de purificación. Se divide en cuatro partes ascendentes en las que se encuentran los excomulgados, los perezosos para arrepentirse, los que murieron violentamente sin tiempo de arrepentirse y los príncipes que se preocupan más por la política que por su alma. La pena que tienen es esperar un tiempo antes de entrar en el Purgatorio. Las almas se van purificando, van ascendiendo incluso hasta el Paraíso.
Purgatorio: Guardado por un ángel que interroga a Dante y a Virgilio (confesión). Se divide en tres zonas que se subdividen en siete rellanos en donde las almas se encuentran colocadas con un criterio opuesto al del Infierno (desde los pecado más graves a los más leves). La clasificación de los espíritus Dante la coloca según la teoría del amor y esto corresponde con que el amor puede
ser natural (bueno) o por elección (elegir obrar bien o mal: soberbia, envidia, ira, pereza de religión, mucho amor hacia los bienes terrenales). Cada vez que los espíritus aumentan un estrato se encuentran un ángel que los interroga.
Paraíso terrenal: Se basa en las descripciones bíblicas y clásicas del Edén. Es una llanura situada en la parte superior del Purgatorio, cubierta de mucha vegetación, muy ventilada debido al eterno movimiento de los cielos y además bañada por los ríos Lete y Eunoe. Dante ve una procesión en la que se relatan todos los sucesos de la historia del Imperio, la Iglesia y Florencia, y se baña en los ríos para purificarse y prepararse para ir al Paraíso.
El Paraíso:
Está constituido por nueve cielos concéntricos que rodean la Tierra y mantienen un movimiento constante, por el Empirio (cielo de luz, inmóvil). El movimiento de los cielos está determinado por el deseo de Dios y su velocidad aumenta a medida que se acerca al Empirio. Cada cielo está presidido por inteligencias motrices y se mueven desde el más alto al más bajo. Los cielos son: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Estrellas fijas y primer móvil (donde empieza el movimiento rotatorio).
Según la idea explicada en Il Convivio, los primeros tres cielos se corresponden con las artes del Trivium, los cuatro siguientes con las del Quatrivium, el octavo con la física y metafísica, el noveno con la filosofía moral, y el décimo (en el cual se encuentra Dios) con la teología.
Las almas se llaman beatos y no ocupan un lugar fijo porque todos están en los sillones de la “Cándida Rosa” contemplando continuamente el rostro de Dios.
Al final de todo el recorrido, Dante puede contemplar el triunfo de Cristo, de la Virgen, de los Arcángeles y de los Apóstoles (en el cielo de las Estrellas fijas), puede escuchar el canto de los serafines en el noveno cielo y, finalmente, a San Pedro, San Santiago y San Juan sobre la fe, la esperanza y la caridad (las tres virtudes teologales). Después de esto puede llegar al Empirio donde Beatriz lo deja para ocupar su sillón en la “Cándida Rosa”. Ahora lo acompaña San Bernardo. En el Empirio Dante ve por fin la “Cándida Rosa” y puede contemplar la visión de Dios en un momento de éxtasis.
El Paraíso representa la cumbre de la filosofía. La teoría literaria clásica dice que también representa el triunfo de las doctrinas cristianas, y lo prueba por la presencia de numerosos santos importantes en el pensamiento medieval. Toda la cántiga del Paraíso se rige por la absoluta perfección.
El Dolce stil novo fue el que ejerció un extenso influjo sobre poetas posteriores, en especial Francesco Petrarca, , Giovanni Boccaccio, etc. Asimismo, a través da influencia del Canzoniere de Petrarca, las convenciones del Dolce Stil Novo se expandieron por toda Europa y marcaron el desarrollo de la poesía lírica francesa, ibérica, inglesa (salvo la rara excepción de William Shakespeare), etc.
En la Literatura Dante (en su Divina Comedia) había traído de vuelta la cultura y los arquetipos culturales grecolatinos que Petrarca y el propio Boccaccio tanto admirarán. Esta excelsa triada será el artífice del nuevo sentir artístico, pues sin ellos no habría Renacimiento.
Otros rasgos ideológicos del humanismo son:
- Estudio filológico de las lenguas desarrollará las lenguas nacionales.
- Se restaura la fe en el hombre contemporáneo porque posee valores importantes capaces de superar a los de la Antigüedad Clásica.
- Se vuelve a apreciar la fama como virtud de tradición clásica, el esfuerzo en la superación, y el conocimiento y disfrute de lo sensorial.
- La razón humana adquiere valor supremo. Se valora la actividad intelectual y analítica de conocimiento.
- Se ponen de moda las biografías de Plutarco y se proponen como modelos, frente al guerrero medieval, al cortesano y al caballero que combina la espada con la pluma: El Cortesano de Castiglione. (Idearium de la época de cómo debe ser el caballero)
- El príncipe, de Maquiavelo: aconseja cómo ha de actuar el hombre de estado, el gobernante. Defiende que su conducta debe ser práctica y realista antes que ética, es decir, lo que importa es conseguir los objetivos, aunque lo que se haga no sea justo.
- El comercio no es pecado y el Calvinismo aprecia el éxito económico como señal de que Dios ha bendecido en la tierra a quien trabaja.
- El equilibrio en la expresión, que debe ser clara, y no recargada ni conceptuosa:
- La idealización y estilización platónica de la realidad. Se pinta la realidad mejor de lo que es, se la ennoblece (nobilitare).
- El optimismo frente al pesimismo medieval. Existe fe en el hombre: la idea de que merece la pena pelear por la fama y la gloria en este mundo incita a realizar grandes hazañas y emular las del pasado. La fe se desplaza de Dios al hombre.
- El retorno a las fuentes primigenias del saber, la lectura de los clásicos en los textos originales y no a través de la opinión que dieron sobre ellos los Santos Padres y la religión católica.
- La lógica aristotélica frente al argumento de autoridad medieval.
- Ginecolatría, alabanza y respeto por la mujer. Por ejemplo, el cuerpo desnudo de la mujer en el arte medieval representaba a Eva y al pecado; para los artistas humanistas del Renacimiento representa el goce epicúreo de la vida, el amor y la belleza (Venus).
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