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1.1 Biografía para examen.

 FIÓDOR MIJÁILOVICH DOSTOIEVSKI
(ФËДОР МИХАЙЛОВИЧ ДОСТOЕВСКИЙ– FËDOR MIHAJLOVIČ DOSTOEVSKIJ)
30.10 (11.11).1821 – 28.01 (09.02).1881

Biografía

Fiódor Mijaílovich Dostoievski nació en Moscú el 30 de octubre de 1821, en el seno de una familia económicamente modesta. Su padre, un cirujano militar jubilado, trabajaba como médico en el hospital para pobres Mariinski, en Moscú; donde ejercía por caridad, pero, al mismo tiempo, también dirigía una clínica privada.
 El padre de Dostoievski era un hombre severo, desconfiado y muy rígido en sus costumbres. Por el contrario, su madre, una mujer culta, procedente de una familia de comerciantes, era amable, indulgente y profundamente religiosa. Así pues, los problemas existenciales de Dostoievski con respecto a la religión empezaron ya con la devoción que practicaba su familia, tan diferente del elegante escepticismo que distinguía a la pequeña aristocracia.
En 1828 el padre de Dostoievski se las arregló para obtener el rango de noble. Compró una propiedad en 1831, donde el joven Fiódor pasaba los meses de verano. Hasta los 14 años, Dostoievski estudió en casa, después ingresó, junto con su hermano Mijaíl, en el internado Chermak, uno de los mejores colegios moscovitas. Su madre murió en 1837, víctima de la tisis. Su padre murió repentinamente en 1839. Aproximadamente 40 años después de la muerte de Dostoievski, se supo que su padre, podría haber sido asesinado por sus propios siervos.
Por entonces, Dostoievski estaba estudiando en la Academia de Ingeniería Militar de San Petersburgo, donde permaneció desde 1838 hasta 1843, muy probablemente impelido por su padre. Evidentemente, Dostoievski no tenía aptitudes para tal ocupación y tanto él como su hermano mayor Mijaíl, que siempre fue su íntimo amigo y colaboró con él en la publicación de revistas, estaban fascinados por la literatura desde una edad muy temprana. De niño y luego como estudiante, a Dostoievski le gustaba leer novelas románticas y góticas, especialmente las obras de Sir Walter Scott, Ann Radcliffe, Nikolái Karamzín, Friedrich Schiller, y Aleksandr Pushkin. Un año después de su graduación como alférez (1844), Dostoievski renunció a su profesión como militar para comenzar una peligrosa carrera como escritor, viviendo, a partir de ese momento, nada más que de su pluma.
Aquel mismo año, 1844, en la revista Repertorio y panteón se publicó el primer trabajo de nuestro autor, una traducción bastante libre y emocionalmente intensa de la novela de Honoré de Balzac Eugenia Grandet. Esta obra del escritor francés ejerció tal influencia sobre Dostoievski que no tardó mucho tiempo en escribir su primera novela, Pobres gentes (1846), por la cual Vissarión Belinski, el crítico más influyente de la época, lo calificó como el nuevo gran talento de literatura rusa.

Durante los años siguientes publicó numerosos relatos.  Aunque Dostoievski fue venerado al principio, pues a lo largo de dos años mantuvo estrechos contactos con Belinski y su círculo, pronto su tremenda timidez y su vanidad extrema le granjearon la hostilidad entre los miembros del círculo. Así, por ejemplo, Nekrásov y Turguénev hicieron circular un poema satírico en el que el joven escritor era llamado, a semejanza de Don Quijote, “El caballero de la triste figura”; años más tarde, Dostoievski le devolvió la moneda a Turguénev con una devastadora parodia en su novela Los demonios. El propio Belinski quedó muy desilusionado al comprobar que Dostoievski iba abandonando gradualmente su interés por las cuestiones sociales y mostrando, abiertamente, sus preferencias por la psicología; una inclinación quizás natural, siendo, como era, una persona propensa a las enfermedades nerviosas y a los continuos cuadros de depresión.
En 1847 Dostoievski comenzó a tomar parte en un grupo socialista clandestino encabezado por Petrashevski y a mantener contactos con otros grupos secretos dedicados a la revolución y a la propaganda ilegal. Al final, sin embargo, parece ser que Dostoievski no simpatizó con el comunismo igualitario y el terrorismo, sino que su única motivación era la abolición de la servidumbre. El 23 de abril de 1849, él y otros miembros del círculo de Petrashevski fueron arrestados y confinados en el penal de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo. Allí pasó ocho meses en prisión hasta que el 22 de diciembre los presos fueron llevados a la plaza de Semiónovski para ser ejecutados. Formado el pelotón de fusilamiento, se pronunció una oración por los condenados, se les ofreció la extremaunción y cuando se iba a proceder a la ejecución, en el último instante, llegó un mensajero anunciando que el zar les había concedido el perdón. Esta falsa ceremonia de ejecución, en realidad, también formaba parte del castigo. Uno de aquellos presos se volvió loco para siempre; otro escribió Crimen y castigo.
Dostoievski pasó varios minutos absolutamente convencido de que estaba a punto de morir, y esta experiencia siempre está presente en sus novelas, cuando los personajes imaginan repetidamente el estado de ánimo de un hombre que está a punto de ser ejecutado. La falsa ejecución hizo que Dostoievski apreciara la vida como el mayor de los regalos, valorando la libertad, la integridad, y la responsabilidad individual por encima de todo, en contraste con las ideas deterministas y materialistas que defendían los intelectuales más radicales de su época.
En lugar de ser ejecutado, Dostoievski fue sentenciado a cuatro años en un campo de trabajos forzados en una fábrica de ladrillos en Siberia, donde vivió rodeado de criminales violentos. El único libro que pudo leer en aquel tiempo fue el Nuevo Testamento. Tras cumplir condena, sirvió como soldado raso en el 7º batallón siberiano estacionado en Semipalátinsk. Tras la muerte del zar Nicolás I, Dostoievski fue ascendido a oficial. El 6 de febrero de 1857 se casó con María Dmítrievna Isáieva, una viuda con un hijo, que murió de tisis siete años después. Ya durante la luna de miel l mujer de Dostoievski tuvo que presenciar uno de los fuertes ataques epilépticos de su marido. En 1859 se retiró del servicio activo, trasladándose a Tver y, desde allí, a San Petersburgo.
Diez años después de su regreso de Siberia, quiso inmortalizar sus inolvidables vivencias en los campos de trabajo con su novela Memorias de la casa de los muertos, 1861-62El romanticismo y el espíritu de ensoñación presentes en su ficción temprana ya han desaparecido por completo en este trabajo. Esta obra, que supone el inicio de la tradición rusa en la literatura carcelaria, describe los horrores que Dostoievski tuvo que presenciar, como la brutalidad de los guardias que disfrutaban y se divertían con la crueldad, la maldad de los criminales que buscaban el placer asesinando niños, y la existencia de las almas inocentes que tenían que vivir entre aquella mugre y degradación. Todos estos cuadros, extraídos de la propia experiencia del escritor, hicieron que la novela cobrara una gran fuerza entre los lectores e incluso Tolstói la consideró la obra maestra de Dostoievski.
En Siberia, Dostoievski había cambiado totalmente su forma de pensar. Experimentó lo que él llamó la "regeneración" de sus convicciones. Esta “regeneración” le llevó a rechazar las ideas progresistas de los intelectuales que querían imponer sus ideas políticas en la sociedad, y a defender la dignidad y la bondad intrínseca de la gente corriente. Dostoievski, a pesar de que su fe siempre estaba en continuo conflicto con su escepticismo, también se sentía profundamente identificado con la ortodoxia rusa, con la religión del pueblo llano, y llegó a la conclusión de que era necesario renunciar a todo progreso de estilo occidental y regresar a la vida patriarcal mediante la confesión, la expiación de los pecados y el amor cristiano.
Dostoievski sufrió sus primeros ataques de epilepsia mientras estaba en prisión. Al igual que las narraciones sobre su falsa ejecución, las descripciones de los ataques epilépticos (especialmente en El idiota) también revelan las alturas y las profundidades del alma humana. Cuando Dostoievski y su protagonista Myshkin los experimentan, en el momento justo antes de un ataque siempre los embarga una poderosa sensación de perfecta armonía capaz de vencer al tiempo.
En estos años, Dostoievski se dedicó exclusivamente a la actividad literaria. Junto a su hermano Mijaíl, editó dos influyentes revistas. En primer lugar Tiempo, donde continuó publicando sus Recuerdos, así como Notas invernales sobre impresiones estivales y ensayos críticos, irónicos y sarcásticos sobre la vida en Occidente. Lamentablemente, en 1863 la revista fue clausurada por el gobierno a causa de un artículo de Nikolai Strájov acerca de la rebelión polaca. A pesar de todo, los hermanos continuaron su labor con una nueva revista, Época (1864-65), pero esta vez tampoco tuvieron mucho éxito y desapareció tras la muerte de Mijaíl. Las dos revistas se convirtieron en portavoz de una corriente ideológica denominada “telúrica”, que defendía el ideal de “volver a la tierra”, al pueblo, como principio y fin de todas las cosas. Aunque intentaba mantener una postura moderada, Dostoievski pronto empezó a atacar a los radicales, que prácticamente formaban toda la élite intelectual rusa, a los que rechazaba por su materialismo, su moral utilitarista, su reducción del arte a la propaganda y, sobre todo, por su negación de la libertad individual y la responsabilidad. En consecuencia, fue considerado, para el resto de sus días, un serio peligro para las ideas radicales. Con el paso del tiempo, las obras escritas por Dostoievski tras su reclusión en Siberia se convirtieron en una ofensa para los Bolcheviques y siempre estuvieron bajo sospecha durante el régimen soviético.

Por diversas razones, Dostoievski pasó gran parte de la década de 1860 en Europa Occidental. Quería ver la sociedad que tanto admiraba por su cultura y tanto condenaba por su materialismo. En 1862 viajó por primera vez al extranjero, visitando Francia, Alemania, Suiza e Italia. Al año siguiente falleció su esposa y ese mismo año, en compañía de una joven escritora, Apolinaria Súslova, conocida como una mujer infernal y altiva, realizó su segunda gira europea, recorriendo numerosas ciudades-balnearios y sus casinos, donde experimentó al destructora pasión de la ludopatía.  En 1864, falleció su hermano Mijaíl y, además del duro golpe moral que supuso su muerte, también lo dejó una situación económica nefasta, ya que tuvo que hacerse cargo de la numerosa familia y de todas las deudas que su hermano había contraído con la edición de la revista Época. En aquellos momentos, un editor sin escrúpulos, Stelovski, le ofreció un anticipo, a sabiendas de su desesperada situación, con la condición de que le entregara una novela antes de cierta fecha, el 1 de noviembre de 1866; el editor contaba con que éste no cumpliría el plazo y esto le reportaría los derechos para publicar libremente todas las obras de Dostoievski durante nueve años.  Terminó la novela justo a tiempo. Algunos meses después, el 15 de febrero de 1867, se casó con esa misma taquígrafa, Anna Grigorievna Snítkina, quien, a pesar de ser veinticinco años más joven que él, consiguió que pusiera su vida y sus finanzas en orden, lo que le reportó al escritor estabilidad laboral y familiar. Tuvieron cuatro hijos, de los cuales sólo dos alcanzaron la edad adulta.
Después de la boda, el matrimonio marchó a Europa, donde residió cuatro años, viviendo en Dresde, Baden-Baden, Basilea, Ginebra y Florencia. Durante esta estancia en el extranjero escribió El idiota (1868) y Los demonios (1871). Ese mismo año, 1871, Dostoievski volvió a San Petersburgo, aunque todavía volvió a pasar algunas temporadas más en el balneario alemán de Ems.
En 1873 Dostoievski asumió el cargo de editor en la revista conservadora El Ciudadano, donde publicaba regularmente una columna titulada “Diario de un escritor”.
En los años 1876-77 Dostoievski vuelca todo su esfuerzo en Diario de un escritor, sintiéndose ahora capaz de darle la forma que originalmente había planeado: una revista organizada por un solo hombre, donde Dostoievski desempeñaba las tareas de director, editor, y colaborador único. El diario pretendía ser el inicio de un nuevo género literario. Se publicó por entregas y no se trataba de un diario íntimo y personal, sino más bien de un diálogo sobre la actualidad social, política y literaria; aparecía mensualmente y ofrecía una gran diversidad temática y de estilos: cuentos, apuntes de historias reales, ensayos autobiográficos, bosquejos que rozaban el límite entre la ficción y el periodismo, análisis psicológicos de los crímenes sensacionalistas, crítica literaria y comentarios políticos. El diario alcanzó una enorme popularidad y le reportó importantes beneficios económicos, pero como experimento estético fue menos satisfactorio, probablemente porque Dostoievski, después de algunos asuntos intrincados, parecía incapaz de mantener su complejo proyecto.
Como Dostoievski no pudo mantener mucho tiempo este diseño estético, las secciones más famosas nos han llegado, principalmente, a través de antologías y aparecen separadas del contexto en el que fueron diseñados.
En agosto de 1880 escribió el Discurso de Pushkin, con motivo de la inauguración en Moscú del monumento a este insigne poeta de la literatura rusa, que publicó posteriormente en un ejemplar separado del Diario de un escritor. Ese mismo año, cuando terminó de escribir Los hermanos Karamázov, retomó las tareas de publicación mensual del Diario, pero sólo pudo sacar a la luz un número, pues el 28 de enero de 1881, Dostoievski moría en San Petersburgo, a causa de un enfisema pulmonar, a la edad de 60 años. Sus restos yacen en el cementerio de la catedral de San Alejandro Nevski, en San Petersburgo.

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