Obra
Dostoievski
está considerado como uno de los mejores novelistas de la literatura
universal. Sus ideas han tenido una enorme influencia en corrientes
literarias tales como el Modernismo, el Existencialismo, así como en
diversas escuelas de psicología, de teología e, incluso, de crítica
literaria.
La
influencia de Dostoievsky no puede ser sobreestimada: de Herman Hesse a
Marcel Proust, de William Faulkner a Alberto Camus, de Franz Kafka a
Gabriel García Márquez - virtualmente ningún gran escritor del siglo 20
ha escapado su larga sombra (las raras voces disintiendo incluyen a
Vladimir Nabokov, Henry James y, más ambiguamente, a David Herbert
Lawrence). Esencialmente escritor de mito (y en este respecto a veces
comparado a Herman Melville), Dostoievsky ha creado una obra de inmensa
vitalidad y el poder casi hipnótico caracterizado por los rasgos
siguientes: escenas febrilmente dramatizadas (los cónclaves) donde sus
personajes son frecuentemente comprometidos en la atmósfera escandalosa y
explosiva, apasionadamente comprometido con los diálogos Socráticos de
la Rusia ; la búsqueda de Dios, el problema del Mal y el sufrimiento de
los inocentes frecuentan la mayoría de sus novelas; los personajes
encajan en distintas categorías: humildes y modestos cristianos
(príncipe Myshkin, Sonya Marmeladova, Alyosha Karamazov), nihilistas
autodestructivos (Svidrigailov, Smerdyakov, Stavrogin, el hombre
subterráneo), cínicos libertinos (Fedor Karamazov), intelectuales
rebeldes (Raskolnikov, Ivan Karamazov); también sus personajes se
manejan por las ideas en lugar de los ordinarios imperativos biológicos o
sociales.
Las
novelas de Dostoievsky están comprimidas en el tiempo (muchas cubren
sólo unos pocos días) y esto le permite al autor que se libre de uno de
los rasgos dominantes de la prosa realista, la corrosión de vida humana
en el proceso del flujo del tiempo - sus personajes incluyen
principalmente los valores espirituales y éstos son, por definición,
eternos. Otros temas obsesivos incluyen el suicidio, el orgullo herido,
el derrumbe de los valores familiares, la regeneración espiritual a
través de sufrimiento (el motivo más importante), el rechazo del Oeste y
la afirmación de la Ortodoxia rusa y el Zarismo. Su trabajo a veces se
caracteriza como 'polifónico': a diferencia de otros novelistas
diferentes, Dostoievsky es libre de 'una sola visión', y aunque muchos
escritores han descrito las situaciones de varios ángulos, sólo
Dostoievsky ha engendrado novelas totalmente dramáticas de ideas donde
puntos de vista contradictorios y personajes se desarrollan hacia un
crescendo intolerable.
Sus
obras, a menudo, son calificadas de proféticas por su exactitud a la
hora de predecir lo que ocurriría en Rusia si los revolucionarios
conseguían alcanzar el poder.
Entre sus obras más importantes, las cuales ya en vida le proporcionaron una enorme popularidad, debemos citar: Apuntes desde el subsuelo y, principalmente, sus novelas Crimen y castigo, El idiota, Los demonios, y Los hermanos Karamázov. Cada
una de estas obras destaca por su profundidad psicológica, de hecho
Dostoievski es considerado como uno de los más grandes psicólogos de la
historia de la literatura, especializado tanto en el análisis de los
estados de ánimo patológicos que resultan de la locura, el homicidio y
el suicidio, como en la exploración de emociones humanas tales como la
humillación, la autodestrucción, la dominación tiránica, y la rabia
asesina. Sus célebres obras también se conocen como "novelas de ideas"
porque tratan temas atemporales de la filosofía, psicología y la
política, estrechamente vinculados a los retratos de sus personajes
intelectuales que "sienten las ideas" desde los más profundo de sus
almas. Por todo ello, estas novelas abrieron, definitivamente, nuevos y
novedosos caminos para la forma literaria.
A
diferencia de muchos otros autores rusos de la primera mitad del siglo
XIX, Dostoievski no nació en el seno de una familia aristocrática. Por
ello, siempre hizo hincapié en la diferencias de linaje que lo separaban
de otros escritores de su tiempo como León Tolstói o Iván Turguénev,
diferencias que necesariamente se materializaban en su trabajo
literario. En primer lugar, Dostoievski tuvo problemas económicos
durante gran parte de su vida y para solventarlos tenía que recurrir a
publicaciones rápidas y por encargo. Aunque él mismo se quejaba de que
escribir con un límite de tiempo le impedía crear una literatura
brillante, es muy posible que sea ese estilo frenético el que colma de
atractivo a sus novelas. Por otra parte, Dostoievski pronto se dio
cuenta de que, a diferencia de los autores de la nobleza que describían
la vida de las familias de su propia clase, mediante ambientes hermosos y
tradiciones inmutables, él prefería analizar las vidas de los
ofendidos, de los humillados y de las familias más desafortunadas: Todas sus obras:
- 1845: Una novela en nueve cartas
- 1846: Pobres Gentes
- 1846: El Doble
- 1846: Prokharchin
- 1847: La Patrona
- 1848: Polzum'kov
- 1848: Un corazón débil
- 1848: La mujer de otro
- 1848: Un ladrón honrado
- 1848: Un árbol de Navidad y una boda
- 1848: Las noches blancas
- 1849: Netochka Nezvamova
- 1849: Un pequeño héroe
- 1859: Stepantchikovo
- 1861: Humillados y ofendido
- 1861: La casa de los muertos
- 1862: Un trance desagradable
- 1864: Notas desde el subterráneo
- 1865: El cocodrilo
- 1866: Crimen y castigo
- 1867: El jugador
- 1868: El Idiota
- 1870: El eterno marido
- 1871: Los poseídos
- 1873: Bobok
- 1875: Un adolescente
- 1876: Mareg el mujik
- 1876: El árbol de Navidad celeste
- 1876: La tímida
- 1877: El sueño de un hombre ridículo
- 1879: Los hermanos Karamazov
- Diversos años: Diario de un escritor
Pobres gentes
Esta primera novela, publicada en 1845 en la revista dirigida por Nekrásov Antología petersburguesa, alcanzó un éxito inmediato por su naturalismo claramente sentimental. Pobres gentes está
compuesta de forma epistolar y contiene numerosas descripciones que
detallan minuciosamente las humildes condiciones de vida que soportaba
la clase funcionarial.
Makar
Devushkin, un oficinista pobre y tímido que lo único que puede
permitirse es vivir en la esquina de una sucia cocina, intercambia
cartas con una niña pobre, Varvára Dobrosiolova. Sus cartas revelan que,
a punto de caer en el mundo de la prostitución, está siendo cortejada
por un hombre mayor, adinerado y miserable, con quien, al final de la
novela, acepta casarse. La novela es extraordinaria por sus análisis
psicológicos de los efectos de la pobreza. Dostoievski transformó,
mediante el género epistolar, la técnica que Nikolái Gógol usó en El abrigo, otra célebre historia de un pobre oficinista. No obstante, la intención del autor de Pobres gentes era,
sobre todo, demostrar que en los sótanos y buhardillas de las grandes
ciudades vivía gente sensible que todavía conservaba un mínimo de
dignidad. Es famosa la escena en que Devushkin se ofende enormemente al
leer la historia de Gógol. Así pues, mientras que el héroe cómico de El abrigo es completamente inconsciente de sus acciones, el héroe de
Dostoievski es perfectamente consciente de que está padeciendo la agonía de las humillaciones.
Sin embargo, el encanto de Pobres gentes fue
eclipsado rápidamente por las obras posteriores de Dostoievski y porque
era una novela epistolar, un género que en esta época ya estaba pasado
de moda.
El doble
La novela El doble, publicada
en 1846, desarrolla un estudio sobre la esquizofrenia. El protagonista
de esta novela, Goliadkin, otra vez un pequeño funcionario, crea un
doble de sí mismo que se burla de él y usurpa su lugar. Este oficinista
se siente engañado cuando su compañero, más joven que él, tiene la
suerte de convertirse en el yerno del jefe. En el cumpleaños de la hija
del patrón fracasan todas las intrigas contra su rival y al día
siguiente su doble, del mismo nombre, comienza a trabaja en su despacho.
A partir de aquí comienza una confusa lucha interior que culmina con el
ingreso de Goliadkin en el manicomio.
Dostoievski
narra la historia audazmente a través de una de las voces que suenan
dentro de la psique de Goliadkin con el propósito de que la historia se
lea como si fuera una burla dirigida directamente a su desafortunado
héroe. En esta ocasión el argumento nos conduce a La nariz de
Gógol, aunque con relevantes diferencias; mientras que éste recrea una
atmósfera puramente grotesca, Dostoievski nos presenta la cruda realidad
de la burocracia rusa, que sólo puede alcanzar sus ideales a través del
desdoblamiento patológico/ esquizofrénico.
Humillados y ofendidos
Se
puede considerar como la obra que cierra definitivamente el primer
periodo creativo en la obra de Dostoievski, después vendrá el destierro.
En esta novela, publicada en 1861, un escritor desilusionado, Iván
Petróvich, escribe en el hospital sus memorias sobre un mundo en el que
toda relación humana está condenada a fracasar por culpa del afán del
dinero y la fama. Se trata de una novela sensacionalista y sentimental
que, una vez más, nos enseña la miseria de la gran ciudad, temática que
en aquel tiempo estaba de moda.
Apuntes desde el subsuelo
Apuntes desde el subsuelo constituye
la primera obra madura del Dostoievski, la primera con la que el
escritor logra distinguirse de sus contemporáneos. En esta novela el
autor, desde un sótano, mantiene un monólogo lleno de odio contra lo
subterráneo, que simboliza, no el sótano donde se encuentra, sino todo
lo clandestino y lo políticamente prohibido. Se trata de un ataque
frontal contra Nikolái Chernyshevski y su libro ¿Qué hacer? (1863),
aunque su nombre nunca aparece mencionado explícitamente. Dostoievski
ridiculiza los postulados del crítico según los cuales el hombre sólo
aspiraría al bienestar físico, trabajo y bienes materiales; entonces,
¿dónde se sitúa el hombre que mata por puro placer? El hombre del
subsuelo se rebela contra todo sistema social o político y rechaza la
posibilidad de organizar la sociedad mediante esquemas preestablecidos.
En la primera parte de Apuntes desde el subsuelo (1864), un narrador anónimo expone, en primera persona, un ataque brillante contra las creencias, compartidas por
liberales
y radicales, de que es posible descubrir las leyes de la psicología
individual y de que los seres humanos no tienen elección libre, sino que
se mueven en función de las circunstancias, de lo que se deduce que la
historia está gobernada por leyes y es posible diseñar una sociedad
utópica sobre la base de las leyes de la sociedad y la naturaleza
humana. Incluso si tal sociedad pudiera ser construida, el hombre del
subsuelo argumenta que las propias personas lo odiarían sólo por
haberles negado el libre albedrío y haberlos hecho completamente
predecibles. En la segunda parte de la novela, el hombre del subsuelo
recuerda los incidentes de su pasado que lo empujaron a comportarse de
un modo determinista y lleno de rabia. Dostoievski aclara que las
soluciones irracionales del hombre del subsuelo no son mejores que las
de los sistemas los racionalistas.
La crítica soviética dijo de Apuntes desde el subsuelo que
era “una fuente enfermiza e individualista contra la sociedad, y la
negación de cualquier norma o ley reguladora de la vida política y
social”.
El jugador
Crimen y castigo
Esta obra, escrita al mismo tiempo que El jugador (1866)
describe a un joven intelectual, Raskólnikov, dispuesto a arriesgarlo
todo por sus ideales. Así pues, decide solucionar sus problemas de una
vez por todas asesinando a una vieja prestamista. Sus problemas
pecuniarios y su teoría del superhombre lo empujan a cometer el crimen.
La moral utilitarista le dice que matarla será algo positivo porque así
el dinero de la vieja podrá ser utilizado para ayudar a otros; les dará
el dinero robado a su madre y a su hermana y él podrá terminar su
carrera y marcharse al extranjero, de ese modo servirse de un medio malo
para lograr un propósito bueno. Por otro lado, Raskólnikov piensa que
creer en el bien y el mal es perjudicial en sí mismo, una simple
reliquia de la religión, y, moralmente hablando, considera que en lo que
ha hecho no hay nada que pueda calificarse como crimen. Para justificar
el homicidio, Raskólnikov recurre a su más famosa teoría del
superhombre que divide el mundo en personas extraordinarias, como
Salomón, César o Napoléon, y personas corrientes, que sirven únicamente
para perpetuar la especie. Las personas extraordinarias deben tener “el
derecho a pecar y transgredir”, porque de lo contrario el progreso sería
imposible. Nada podía estar más lejos de la verdadera moral de
Dostoievski, basada en la valía infinita de cada alma humana.
Después
de cometer el crimen, Raskólnikov queda inexplicablemente atrapado en
una espiral de remordimientos y aislado por completo. El detective
Porfiri Petróvich sabe que Raskólnikov es culpable, pero no puede
demostrarlo, por ello le tiende
diversas
trampas psicológicas hasta que el asesino, finalmente, confiesa.
Mientras tanto, Raskólnikov intenta descubrir por sí mismo el verdadero
motivo que lo condujo a cometer el crimen, pero nunca consigue obtener
una única respuesta. En un famoso comentario, Tolstói argumentó que no
había un sólo motivo, sino una serie de "alteraciones diminutas y
diminutas" del estado de ánimo y de los hábitos mentales. La brillantez
de Dostoievski quizás radique, en parte, en las complicadas
reconsideraciones que plantea acerca de conceptos tales como la
motivación y la intencionalidad.
Crimen y castigo también
brinda otros retratos psicológicos extraordinarios como el del borracho
Marmeládov, o el del inmoral y vicioso de Svidrigailov. El amigo de
Raskólnikov, Razumijin, representa la disconformidad del escritor para
conducirse en la vida en base a esquemas ideológicos; la propia vida de
Razumijin ejemplifica que los problemas no se resuelven ni con grandes
ideas ni asumiendo riesgos dramáticos, sino a través del trabajo duro,
lento y continuado.
La
heroína de la historia es Sonia Marmeládova, un símbolo irreal de la
bondad del buen cristiano. Es Sonia, una joven que se prostituye para
mantener a su familia, la que convence a Raskólnikov para que confiese y
luego se marcha con él a Siberia. En el epílogo de la novela, sin
embargo, se explica que el preso Raskólnikov no ha confesado por
remordimientos, sino a causa de la tensión emocional que sobre él ejerce
Porfiri Petróvich. Así pues, al principio, intenta seguir manteniendo
sus teorías amorales, pero, al final, la bondad de Sonia y la palabra de
Dios, revelada a Raskólnikov a través de un sueño y de la actitud
cristiana de la meretriz, inculcarán en el protagonista de la obra un
verdadero arrepentimiento por las atrocidades cometidas.
El idiota
La siguiente gran novela de Dostoievski, El idiota (1868-69),
representa un intento por describir, de manera convincente, a un hombre
absolutamente bueno y puro. Dostoievski pensaba que si la novela tenía
éxito podría demostrar que la bondad cristiana es realmente posible; y
su trabajo como escritor podría considerarse como una prueba del
Cristianismo en forma de novela.
El
protagonista, el príncipe Myshkin, es efectivamente muy generoso e
inocente. La gente lo mira como a un idiota porque, además de sufrir
problemas mentales y epilepsia, es una persona sumisa, tímida y
solitaria. Sin embargo, también está dotado de una profunda intuición
psicológica. Desafortunadamente, su propia bondad parece traer la
desdicha a todos los que lo rodean, incluso a la heroína de la novela,
Nastasia Filíppovna, a quien desea salvar. Esta mujer está a punto de
“casarse” con el rico comerciante Rogozhin, quien, al no poder poseerla,
decide comprarla. El príncipe Myshkin pretende salvarla, aunque él
mismo está enamorado de otra mujer, Aglaya. Myshkin se debate entre el
amor carnal (Aglaya) y el amor compasivo (Nastasia), pero su carácter
irresoluto y su incapacidad para desenvolverse en el mundo cruel en que
vive provocará que todo acabe en tragedia. Nastasia acepta finalmente y
la proposición de Rogozhin a sabiendas de que éste desea matarla.
Los Demonios
Esta
novela, publicada en 1872, le valió a Dostoievski el odio permanente de
los radicales. Considerada, a menudo, como la más brillante novela
política jamás escrita. Dostoievski, a su vez, se basa en la oposición
que Turguénev planteaba en sus obras Padres e hijos para presentar dos tramas entrelazadas. Por una parte, conocemos al hijo,
Nikolái
Stavrogin, un hombre que odia la hipocresía de la gente y desea
desafiar al mundo. En sus años más jóvenes Stavrogin, en una búsqueda
fútil por el significado de las cosas, se interesa por diversas escuelas
ideológicas, cada una de las cuales está representada en sus diferentes
amigos, intelectuales de la época, fascinados por la personalidad de
Stavrogin. Por un lado tenemos a Shátov un eslavófilo que, como el
propio Dostoievski, cree en el origen divino del pueblo ruso y por otro a
Kirilov, que adopta una serie de argumentos filosóficos contradictorios
para justificar el suicidio. Es muy conocido el discurso en el que
Kirilov argumenta que solamente un acto completamente desinteresado de
autodestrucción puede probar que una persona es libre, porque tal acto
no puede ser explicado por ningún tipo de egoísmo y, por lo tanto, viola
todas las leyes de la psicología. Kirilov, suicidándose sin razón
alguna, espera hacerse un "hombre - dios" que sirva de ejemplo de
libertad humana, en un mundo que ha negado a Cristo.
Nikolái
Stavrogin es un hombre con un interior vacío. Todas las personas que
tropiezan con él acaban condenadas a la ruina. Ha violado a la joven
Matriosha, que después se ahorca; se casa con María Lebiádkina, una
inválida enferma que acaba asesinada; Liza, quien le muestra el
verdadero amor, también, muere; Ippolit se suicida; Shátov es asesinado
por el padre de Nikolái.
Con
la otra trama, Dostoievski se gana la reputación de profeta político.
En ella, describe una célula de revolucionarios conspiradores dirigidos
por el padre de Stavrogin, Piotr Stepánovich Verjovénski, que reúne al
grupo involucrándolo en el asesinato de Shátov, supuestamente por
traición, pero en realidad lo hace para dar sentido a su comportamiento
conspiratorio. Este incidente estaba basado en el plan de un
revolucionario de la época, Serguéi Necháiev, cuyo proceso levantó mucha
polémica en 1871. El teórico del grupo revolucionario está representado
en el personaje de Shigaliov, que expone sus ideas sobre el surgimiento
de una sociedad perfecta. Una igualdad obligatoria y una utopía segura
requieren la supresión de toda individualidad y de toda idea
independiente. Con estos argumentos, que anticipan la política cultural
soviética y maoísta, Piotr Stepánovich predice que, cuando la revolución
llegue, "Cicerón tendrá la lengua cortada, Copérnico no tendrá ojos y
Shakespeare estará drogado, y todo en nombre de la Igualdad."
Dostoievski
sugiere que la demencia de los radicales procede del escepticismo
liberal de sus padres, de la burla hacia la moralidad tradicional y,
sobre todo, de la negligencia de la familia. Los demonios es una
obra extremadamente conservadora y cristiana. En contraste con los
retratos despiadados de los intelectuales, la novela expresa una gran
compasión hacia los trabajadores y otras personas corrientes maltratadas
por los radicales.
Los hermanos Karamázov
En Los hermanos Karamázov (1880),
su última y probablemente su mejor novela, Dostoievski desarrolla sus
temas filosóficos y teológicos favoritos: el origen del mal, la libertad
y sus ansias de fe. Un padre derrochador y cruel, Fiódor Pávlovich
Karamázov, se burla de todo lo noble y participa en bufonadas y
borracheras siempre que puede. Éste abandona a sus hijos que tienen que
ser educados por otros parientes. Al llegar a la edad adulta, los
hermanos se enfrentan al viejo irresponsable, al que menosprecian y
odian. Los tres desean la muerte de su padre. El mayor, Dimitri, un
hombre apasionado capaz de amar al mismo tiempo a Sodoma y a la Virgen
María, discute con su padre sobre dinero y compite con él por los
favores de una "demoníaca” mujer, Grushenka. Cuando el anciano es
asesinado, las pruebas circunstanciales
conducen
al arresto de Dimitri, que es condenado a trabajos forzados en Siberia.
Sin embargo, el verdadero autor del crimen resulta ser Smerdiákov, un
cuarto hijo del viejo Karamázov , ilegítimo, epiléptico y malvado. Este
personaje aborrece la vida y no siente ningún remordimiento después del
crimen. Al final, se suicida y los otros tres hermanos se presentan
dispuestos a cargar con la culpa.
El
hijo legítimo más joven, Aliosha, constituye otro de los intentos de
Dostoievski por crear la figura de Cristo. Siguiendo los consejos del
sabio monje Zosima, Aliosha trata de poner en práctica el verdadero amor
de cristiano. Para el narrador éste es el héroe principal de la obra. A
pesar de ello, los lectores parecen estar más interesados en el hermano
mediano, Iván, el intelectual. Al igual que Raskólnikov, en Crimen y castigo, Iván
argumenta que si no hay Dios no puede haber inmoralidad, luego "todo
está permitido" y uno solamente es responsable de sus acciones y no de
sus deseos. Esta será, precisamente, la norma inmoral que utilice
Smerdiákov para cometer el asesinato. Sin embargo, el Sermón de la montaña dice
que somos también responsables de nuestros deseos y cuando el viejo
Karamázov es asesinado, Iván, a pesar de todas sus teorías, llega a
sentirse culpable para haber deseado la muerte de su padre. Al
profundizar en la culpabilidad de Iván, Dostoievski nos proporciona una
justificación psicológica para las enseñanzas cristianas. El mal no lo
provocan unos pocos criminales, sino que surge de un ambiente moral en
el que todas las personas que participan albergan deseos malvados.
Aparte
de la oposición entre el viejo Karamázov (padre biológico) y el
ermitaño Zosima (padre espiritual), también aparece la encarnación de la
Trinidad, simbolizada en los tres hermanos: Dimitri, que representa las
pasiones salvajes y sensuales; Iván, el pensador y racionalista, que se
niega a creer en la eterna felicidad mientras haya un solo niño
sufriendo; y Aliosha, el puro y santo. Los tres son producto del mismo
padre y los tres desean su muerte, y ni siquiera Aliosha, con sus
ideales evangélicos, puede controlar su odio.
La
novela alcanza su punto culminante en tres capítulos que pueden ser
incluidos entre las páginas más sobresalientes de la literatura mundial.
En "Rebelión", Iván acusa a Dios-Padre de crear un mundo en el que los
niños sufren. Iván también escribe un poema, “El gran inquisidor”, en el
que se cuenta la historia del breve regreso de Cristo a la tierra
durante la época de la Inquisición española. Al reconocerlo, el
inquisidor lo arresta como si del "peor de herejes" se tratara, porque,
según explica el inquisidor, la iglesia ha rechazado a Cristo, pues
Cristo ha venido para hacer a los hombres libres, pero el inquisidor
insiste en que la gente no quiere ser libre, quieren la seguridad y la
certidumbre en lugar de la libre elección, porque ésta los conduce al
error y a la culpabilidad. Y así, para asegurar la felicidad, la iglesia
ha creado una sociedad basada en el "milagro, el misterio, y la
autoridad." El inquisidor está evidentemente empeñado en fortalecer no
sólo el catolicismo medieval sino también el socialismo contemporáneo.
"Rebelión" y "El gran inquisidor " contienen lo que muchos han
considerado las acusaciones más fuertes contra Dios jamás formuladas,
acusaciones que, por otra parte, Dostoievski incluye con el propósito de
refutarlas y así defender el Cristianismo. La obra se revela,
ciertamente paradójica, pues parece entregada al Mal, sin embargo,
encierra una profunda defensa del Cristianismo.
En
otro de los famosos capítulos de esta obra, el diablo visita a Iván,
que ya se ha vuelto loco, para hablar de filosofía. Sorprendentemente,
este diablo no es imponente ni perverso, sino insignificante y vulgar,
como si simbolizara el carácter ordinario y banal del mal. Las creencias
de los intelectuales radicales están encarnadas en este demonio y se
observan en pasajes excepcionalmente graciosos, como cuando el diablo
defiende el materialismo y el agnosticismo.
Además de todo lo mencionado, Los hermanos Karamázov contiene
muchas referencias a la actualidad rusa, como la mención de Karakózov,
quien disparó contra Nicolás II, así como un estudio profundo de la
criminalidad de la juventud rusa y de la vida en los reformatorios que
Dostoievski investigó personalmente. Asimismo, introduce un importante
dato autobiográfico, ya que Dostoievski, sintiéndose culpable de la
muerte de su propio hijo Aliosha, “bautizó” a uno de los personajes más
queridos de la novela con el nombre de su hijo, Alekséi Fiódorovich,.
El
nombre de Dostoievski se ha convertido en sinónimo de profundidad
psicológica. La amplitud y las contradicciones de sus personajes han
dado lugar a numerosas teorías psicológicas que, en comparación, han
resultado superficiales. Muchos teóricos, el más notable Freud, han
tratado de ver a Dostoievski su predecesor. Su sentido del mal y su amor
a la libertad han hecho al escritor especialmente relevante en un siglo
XX marcado por las guerras mundiales, los asesinatos en serie y el
totalitarismo. Al menos dos de los géneros literarios más modernos, la
novela carcelaria y la novela de antiutópica, representados en obras
como Nosotros de Yevgueni Zamiatin, Un mundo feliz de Aldous Huxley, y 1984 de
George Orwell, se puede considerar deudores de la obra de Dostoievski.
Sus ideas e innovaciones formales ejercieron, también, una profunda
influencia sobre autores tales como Friedrich Nietzsche, André Gide,
Albert Camus, Jean-Paul Sartre, André Malraux, y Mijaíl Bulgakov, entre
otros. No obstante, sus obras continúan cautivando a los lectores por su
especial originalidad a la hora de combinar tramas de suspense con
otras cuestiones como la fe, el sufrimiento y el significado de la vida.
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