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2.1. Romeo y Julieta. (pregunta para examen)

William Shakespeare escribe la tragedia de Romeo y Julieta en 1597, aunque parece que la comienza a finales de los 80: La historia de dos jóvenes enamorados que, a pesar de sus familias rivales, luchan por su amor hasta el punto de casarse secretamente. Aunque el destino les será adverso y les conducirá al suicidio, es por ello también por lo que se han convertido en el símbolo y representación del amor trágico enfrentado a un destino fatal,"frustrado por una estrella maligna" que ya hemos visto en la epopeya épica o en el Decamerón.

El autor tomó elementos de dos obras: la traducción inglesa The Tragical History of Romeus and Juliet, 1562  de un cuento italiano de Mateo Bandello, realizada por Arthur Brooke, y de la obra de William Painter que fue publicada en la colección de historias Palace of Pleasure.
Además , creó nuevos personajes secundarios como Mercuttio y Paris.


La primera edición de Romeo y Julieta es de 1597 y fue publicada por John Danter en formato de cuento. Las diversas diferencias que presenta su texto respecto de ediciones posteriores, ha sido motivo para que haya sido catalogada como una mala versión; T. J. B. Spencer, un editor del siglo XX, describió su texto como "detestable. Una reconstrucción a partir de los recuerdos imperfectos de uno o dos actores", sugiriendo que se trata de una copia ilegal.Se ha aducido también que sus defectos derivan de que, al igual que ocurre con otros textos teatrales de la época, pudo haber sido publicado antes de su representación. No obstante, su aparición respalda la hipótesis de que 1596 es la última fecha posible para la composición de Romeo y Julieta.

La segunda edición, conocida como Q2, llevaba como título La excelente y lamentable tragedia de Romeo y Julieta. Fue publicada en 1599 por Cuthbert Burby y editada por Thomas Creede. Respondiendo a lo indicado en la portada (el texto ha sido "corregido, aumentado y revisado"), incluye unos 800 versos más.
La reedición de la obra ha sido constante desde entonces y, a partir de la era victoriana, su edición ha ido acompañada de notas explicativas sobre sus fuentes y el contexto cultural y social en que fue producida.
Desde 1592 Shakespeare se queda prácticamente solo en la producción teatral. Y es, en medio de esa época, que Romeo and Juliet es una excepción singular, tanto respecto a los dramas de crónica histórica como a las comedias: por otra parte, se distingue de las tragedias posteriores en que el transcurso y la catástrofe de la acción derivan más de la casualidad que del modo de ser de los personajes mismos –lo cual la hace más superficial e ingenua que posteriores obras maestras, pero también le evita que los personajes acaben siendo más interesantes que los argumentos-.
Aquí Shakespeare ha establecido un modus vivendi o modo bastante estable entre lo trágico y lo cómico, que marca aproximadamente el criterio desde ese momento vigente en su contraste del humor popular con el centro noble y terrible de la acción. Será muy frecuente introducir momentos de humor al lado mismo de los momentos de mayor dolor; así, por ejemplo, apenas se descubre a Julileta muerta, tiene lugar un intermedio de retruécanos cómicos entre los músicos que deberían tocar melodías fúnebres. Y, por otra parte, los personajes cómicos pueden tener ahora una fisonomía humana tan marcada como los trágicos. Pero no son dos mundos separados hay cruces y elementos intermedios de especial humanidad. Aquí es importante ver aparecer un estilo nuevo en boca del ama de Julieta: coloquial, pero no burlesco; emocionante por su sencillez y frescura.
Será precedente de “las sirvientas de buen corazón” de Baudelaire, de las de César Vallejo o la criada pepona de Luís Rosales. Ni el mismo Shakespeare sacará partido de esta innovación. Ni tampoco en otra, la del personaje poético sin otra función, como Mercuccio y su famosa tirada sobre los sueños y la reina Mab.
La técnica dramática utilizada en su creación ha sido elogiada como muestra temprana de la habilidad del dramaturgo. Entre otros rasgos, se caracteriza por el uso de fluctuaciones entre comedia y tragedia como forma de aumentar la tensión, por la relevancia argumental que confiere a los personajes secundarios y por el uso de subtramas para adornar la historia.
Además, en ella se adscriben diferentes formas métricas, por ej. Romeo se va haciendo más experto en el uso del soneto a medida que avanza la trama. La tragedia ha sido adaptada en numerosas ocasiones para los escenarios, el cine, los musicales y la ópera.

La cuestión sobre si Romeo y Julieta existieron resulta ambigua: Existen registros en los que Giralomo della Corte, un italiano que vivió en la época de Shakespeare, afirma que la relación de los dos jóvenes amantes había ocurrido realmente en 1303, aunque ello no ha podido ser comprobado con certeza. Lo único que puede afirmarse es que las familias Montesco y Capuleto sí que existieron realmente, aunque no se sabe si vivieron en la península Itálica y tampoco se puede certificar que hayan sido rivales.
Otra fuente literaria que menciona a las dos familias es La Divina Comedia, del italiano Dante Alighieri. En este poema, Dante cita a los Montesco y a los Capuleto como participantes de una disputa comercial y política en Italia de los mercaderes medievales (ambas familias se encuentran en el purgatorio, tristes y desoladas.)

Argumento ("La vida es mi tortura y la muerte será mi descanso”, Romeo).
La representación y puesta en escena comienza con una disputa callejera entre los Montesco y los Capuleto. El príncipe de Verona, Della Escala, interviene entre ellos y declara un acuerdo de paz que en caso de ser violado habría de ser pagado con la muerte. Después de los sucesos, el conde Paris se reúne con el señor Capuleto para conversar sobre la idea de contraer matrimonio con su hija, pero Capuleto le pide que espere durante un plazo de dos años más, tiempo tras el cual Julieta cumpliría quince años. Aprovechando el ofrecimiento, le sugiere que organice un baile familiar de carácter formal para celebrar tal acontecimiento. Mientras tanto, la señora Capuleto y la nodriza de Julieta, intentan convencer a la joven de que acepte casarse con Paris.
En diferentes circunstancias, Benvolio habla con su primo Romeo, hijo de los Montesco, sobre su más reciente depresión. Convencido de que la tristeza de su primo se debe al amor no correspondido de una joven llamada Rosalinda —sobrina del señor Capuleto—, Benvolio le informa acerca del baile familiar de los Capuleto. Finalmente, Romeo acepta acudir sin invitación a la ceremonia, esperando encontrarse con Rosalinda. No obstante, cuando llega al hogar de los Capuleto, se encuentra con Julieta y se enamora perdidamente de ella. Tras concluir el baile, en la secuencia conocida como "la escena del balcón", Romeo se infiltra en el patio de los Capuleto y escucha secretamente a Julieta, quien está en el balcón de su dormitorio, admitiendo su amor por él a pesar de la hostilidad entre su familia y los Montesco.
Con el paso del tiempo, el joven comienza una serie de encuentros con la muchacha, hasta llegar al momento en que ambos deciden casarse. Con la asistencia de Fray Lorenzo, quien espera reconciliar a los grupos rivales de Verona a través de la unión de sus hijos, al día siguiente del juramento de amor, los enamorados se casan en secreto. Ofendido por la intromisión de Romeo en el baile familiar, Teobaldo —primo de Julieta— reta al joven a un duelo. Sin embargo, Romeo evade el combate. Impaciente tanto por la insolencia de Teobaldo como por la "cobarde sumisión de Romeo", Mercucio —amigo de Romeo— acepta el duelo, aunque resulta mortalmente herido por Teobaldo. Dolido ante la muerte de su amigo, Romeo retoma el enfrentamiento y logra asesinar al primo de Julieta. A consecuencia de lo anterior, el príncipe exilia al joven de la ciudad, reiterando que si regresa, "sería lo último que haría en su vida". Malinterpretando la tristeza de su hija, el señor Capuleto decide ofrecerla en matrimonio al conde Paris, intentando convencerla de aceptarlo como esposo y convertirse en su "feliz consorte". Finalmente, la joven acepta bajo la condición de prolongar la boda, aun cuando su madre se niega terminantemente. Mientras tanto, Romeo pasa la noche secretamente en la alcoba de Julieta, donde ambos tienen relaciones sexuales.
Julieta visita a Fray Lorenzo para pedirle sugerencias, y éste conviene en ofrecerle una droga que la induciría a un intenso coma con duración de dos horas y cuarenta minutos. Una vez que la joven acepta llevar a cabo la farsa, el fraile le promete enviar un mensaje a Romeo, informándole sobre su plan secreto, por lo que podría volver cuando ella despierte. La noche anterior a la boda, Julieta ingiere la droga y sus familiares, al creerla muerta, depositan su cuerpo en la cripta familiar.
A pesar de su promesa incondicional, el mensaje de Fray Lorenzo nunca llega a Romeo y, en cambio, éste se encuentra con Baltasar (uno de sus sirvientes), quien le informa de la repentina muerte de Julieta. Frustrado ante semejante noticia, Romeo decide comprarle al boticario de la ciudad un eficaz veneno, antes de acudir a la cripta donde se encuentra Julieta. Al llegar, se encuentra con Paris, quien momentos antes había estado llorando sobre el "cuerpo inerte" de su amada. Creyendo que Romeo es un saqueador de tumbas, el conde lo enfrenta pero muere asesinado por el joven. Convencido todavía que su amada está muerta, Romeo procede a beber el veneno. Al despertar del coma inducido, Julieta se encuentra con los cadáveres de Romeo y Paris en la cripta; incapaz de hallar una solución a tales circunstancias, determina atravesarse el pecho con la daga de su esposo. Tiempo después, los Montesco y los Capuleto, acompañados del príncipe, se percatan de la muerte de los jóvenes y del conde. Absorto por la trágica escena, Fray Lorenzo comienza a relatar la historia completa del "amor prohibido" entre Romeo y Julieta. Su revelación consigue terminar con la rivalidad entre ambas familias.

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