La metamorfosis. Una metáfora de Kafka
La metamorfosis, una obra escrita, en 1915, del puño de Franz Kafka, un escritor checo, hijo de padres judíos, que vivió los estragos de los inicios, así como el apogeo, de la primera guerra mundial.
La comienza a escribir el 17 de noviembre de 1912 debido a un sueño diurno ( se había metido en la cama todo el día por no haber recibido la carta de Felice Bauer), y la termina el 6 de diciembre de ese mismo año llamándola “La transformación”. Es el relato más extenso del autor porque Kafka no usaba un borrador y la fue puliendo una y otra vez. Sin embargo no llega a dimensión de novela.
La primera frase nos recuerda a un cuento, pero pronto acaba la impresión para saber que el transformado no se salvará y que la trama no tiene la solución “fácil” de los cuentos.
Parece ser que el insecto elegido surge también a partir de una frase que el padre de Kafka le dijo en octubre de 1911: “El que duerme con perros amanece con chinches”. Refiriéndose a su amigo el actor judío Jizchak Lowy. Por otro lado su hermana Ottla, que siempre hacía de mediadora entre él y su padre, se había puesto del lado de su padre a causa de sus días echado en el canapé despreocupado de su puesto en la fábrica de amianto. Lo que Kafka tomó como una traición. (La venganza está en el personaje de la hermana de Gregor probablemente)
Su vida no estuvo dotada de grandes hazañas, pues era tímido y antisocial; su padre ejercía un control absoluto sobre él, alejándolo así de su placer por la literatura, que sin embargo, más tarde logró recobrar. Kafka nos ha dejado grandes obras —entre ellas: EL proceso, La condena y América—, de las cuales La metamorfosis es una de las más reconocidas, ya que refleja indudablemente su vida bajo la fuerte influencia de su padre, y la crítica del régimen de aquéllos años en la Europa del Este.
La obra se ubica dentro del género narrativo, constituyendo un relato del realismo fantástico, con rasgos expresionistas y surrealistas. Durante toda la historia, el autor plasma situaciones no fuera de lo normal; sin embargo, un aspecto que lo hace formar parte de esta corriente es el elemento de la transformación que sufre el personaje principal.
El análisis del comportamiento y su contexto, así como la aparente decaída de Gregor y la frecuente presencia de un entorno templado, oscuro, privado de claridad, convierten al relato en un híbrido digno de la literatura.
En La metamorfosis, Franz Kafka aborda el tema del autoritarismo, mediante la historia de un viajante de comercio, llamado Gregor Samsa, el cual despierta una mañana transformado en un insecto, convirtiendo éste en un pecado que lo lleva a sufrir los más grandes sinsabores por parte de su familia, el trabajo y la sociedad. Después de diversos acontecimientos, el personaje principal termina de una manera trágica, mientras que su familia, lo más cercanos a él, toman este suceso como una liberación para seguir adelante con su vida.
El autor plantea, de una manera extraordinaria, su biografía, su sometimiento hacia su padre, dándonos a conocer las consecuencias y sentimientos experimentados bajo tal régimen autoritario, en donde el único error a cometer es haber nacido dentro de ese sistema. Asimismo, la obra en cuestión es una clase de crítica al gobierno de aquella época, plena de subordinación y autoritarismo, donde las cosas están ya predeterminadas sin explicación ni razón alguna —como se observa en el relato—, así como la inferioridad suscitada por el hecho de ser judío.
Refiriéndonos ahora a la estructura externa, podemos observar que el texto se encuentra dividido en cuatro partes carentes de nombre. Esto debido tal vez, a la negativa del autor de dar una jerarquía a los capítulos, pues su vida está basada en un sistema de este tipo; de esta manera, la ausencia de nombres crea una igualdad entre las partes de la obra, sin que una parezca más importante que la otra —no obstante, para dirigirnos más fácilmente a los capítulos, les otorgaremos un nombre descriptivo.
En la primera parte,"Autoridad laboral", el personaje principal se ve enfrentado a su jefe, quien después de un rato de espera, habla con Gregorio a través de la puerta.
Al ver la reacción del principal, sale ya convertido en un insecto, provocando la exaltación de los personajes en la escena. En "Autoridad fraternal", Grete la hermana de Gregorio, parece ser quien ahora posee el mando, pues ella es la encargada de la supervivencia de Gregorio al encomendarse a darle de comer, y a limpiar un poco; sin embargo, el poder no es ejercido de una manera total y autoritaria, como se presenta en los demás capítulos. "Autoridad paternal" es la parte centrada en el arrebato del padre, el cual es originado por la supuesta agresión de Gregorio hacia su madre, comenzando así las actitudes hostiles que llevan al paulatino desdén por Gregorio.
La última parte, "Autoridad Social", es llamada así porque es en esta parte donde la autoridad es ejercida por tres huéspedes representantes de la sociedad, si bien no hacia Gregorio, hacia la familia entera. Los capítulos de esta obra están fuertemente relacionados con su autor y época, como ya hemos mencionado antes, ya que el mismo Franz Kafka sufrió la obligada subordinación de su padre y la sociedad en que vivía, así como el cuidado por parte de su hermana cuando enfermó de tuberculosis.
Pasando a la estructura interna, el planteamiento se ve iniciado por un suceso tan alarmante como el clímax: la metamorfosis de Gregorio en un insecto.
Al desarrollarse la historia, se observan los distintos aspectos en los que la vida de Gregorio se ve afectada, y los sucesos ocurridos durante su estado (ubicado esto en "Autoridad Laboral", "Autoridad Fraternal" y una parte de "Autoridad Paternal").
Sin embargo, estos sucesos que se vuelven cotidianos, son interrumpidos por el desmayo de la madre en "Autoridad Paternal" (clímax), atribuyendo al personaje principal una culpa que se ve castigada con la actitud del señor Samsa al arrojarle manzanas, hecho que al final hiere Gregorio, llevándolo a su trágico desenlace.
En la obra domina la focalización interna desde el punto de vista del protagonista. Cuando en el texto aparece el estilo direto está clara la visión del protagonista, cuando aparede el estilo indirecto lire la reproducción de los pensaminetos no formulados en tercera persona y en pretérito obligan al lector a ponerse en el lugar de una personalidad profundamente torturada y enigmática, viviendo su limitado horizonte y empatizando con él. Cuando el narradord es omnisciente se muestra neutral y se abstiene de todo comentario haciendo sentir al lector el absurdo vital de la situación. Que podemos observar hasta en la muerte y la reacción surrealista y cruel de la criada. Aquí el lenguaje sobrio y exacto impide un embellecimiento exagerado de esta muerte.
Kafka no estaba contento con este final porque tuvo que interrumpir su escritura a causa de un viaje.
Finalmente la transformación se publicón en 1915 en la colección “Die Hüngste Tag” en la editorial Kurt Wolff, sin poder hacerse su sueño de publicar las tres historias juntas bajo el título de “Hijos”.
Kafka supli¡ca a su editor que no se reproduzca un escarabajo en la portada como había oído decir al pintor Starke, para que el horror fuera alinetado por la imaginación del lectdor.
Por otra parte, el tiempo en el que se desarrolla el relato, es un tiempo lineal, sin digresiones, que proporciona un fácil entendimiento en el transcurso de los acontecimientos, para así mostrarnos la progresiva autoridad ejercida por los diversos tipos de relación ahí presentados.
Sin duda, toda la obra apunta a lo que fue la vida de Kafka, plasmando a éste como un insecto, análogo al hecho de ser judío, que además de vivir bajo el mando de su padre, sufría desprecios que, en ocasiones, provocaba un sentimiento de inferioridad y de culpa en él.
Frases como: "Por eso había él comenzado a trabajar con tal ahínco, convirtiéndose […] de dependiente sin importancia, en todo un viajante de comercio.", "Innumerables patas, lamentablemente escuálidas […]", "[…] ¿qué pasaría si yo siguiese durmiendo […] y me olvidase de todas las fantasías?", "Gregorio encontrábase […] separado de la madre, la cual, por culpa suya, hallábase […] en trance de muerte", junto con otras citas más, lo evidencian, pues efectivamente, Kafka era dependiente de su padre, mas tiempo después obtuvo un trabajo similar al de Gregorio.
Asimismo, "escuálidas" nos dan idea de cuán débil y enfermizo era Kafka, e igualmente la pregunta antes citada, refleja su deseo de salir de la realidad. El hecho de sentirnos un bicho bajo tales circunstancias, puede provocar en nosotros ciertas alteraciones que nos lleven a pensar cosas ilógicas, o creer en sucesos inexplicables o inexistentes, como es reflejado en los dolores de Gregorio previos a la metamorfosis.
En cuanto a la simbología, existen ciertos elementos que apuntan directamente a lo que es el tema. Se presenta en repetidas ocasiones la palabra "cabeza", como la cabeza de Gregorio y la cabecera de la cama. Esta palabra está relacionada con la autoridad, que es representada como la cabeza, lo más alto de las cosas en la jerarquía, lo cual también nos lleva al hecho de que Gregorio una vez pensó en la acción del principal al sentarse sobre el pupitre, denotando su superioridad.
La intervención de la madre al afirmar que Gregorio no tenía otra cosa en la cabeza más que el almacén, sugiere la gran importancia que el personaje principal le da al trabajo pues éste también ha mencionado que su prioridad es mantener a su familia y no dejarla sola hasta liquidar su deuda.
La presencia de los muebles otorga un sentido humano todavía vivo en Gregorio, que la autoridad —en este caso su hermana—, trata de arrebatarle al creer que es mejor para él dejar la habitación sin obstáculos para su libre tránsito. La mesa frente a su cama, es un elemento muy importante y descriptivo en la analogía hecha de Gregorio-Kafka, pues su localización sugiere un lugar importante (superior) en sus vidas, y su utilización: la escritura, es un aspecto que ambos comparten.
El uniforme que porta el señor Samsa al entrar a trabajar, proporciona aun más a su presencia el aspecto de autoridad, el cual él mismo cree y adopta actitudes características de un dirigente autoritario, principalmente hacia su esposa y su hija. Sin embargo, con el tiempo va perdiendo su pulcritud, anunciándonos que está por finalizar su mandato, tomado entonces por los tres huéspedes.
El elemento de la manzana, representa el pecado original, una culpa con la que todos nacemos, y que Gregorio sufre de más.
La incrustación de ésta en su cuerpo, es símbolo del castigo, que lo lleva a su muerte, no sólo por la herida, sino por la indiferencia de su familia, que lo deja solo, y se olvida de él. Esta agresión hacia Gregorio se da poco después de que éste se encontraba aferrado al cristal con el retrato de la mujer en pieles, el cual me sugiere el arquetipo de Eva posterior a su pecado, es por eso viste en pieles, y la serpiente está a su alrededor. Gregorio, pues, se aferra a la madre, a la vida, que vendrá a abandonarlo, acarreándole a su fin, castigo por el que Eva es representada de esa manera.
Le atribuyo a los desechos de los que Gregorio se alimenta, la degradación final de su persona, la cual él acepta, y es aceptada también por Grete y sus padres. La creencia de su inferioridad es, en parte, producto de su impotencia al no poder ayudar a sus padres: esa es su frustración. Esto lo lleva al punto de agradarle los desperdicios como comida, y rechazar lo digno de un humano corriente, como los demás a sus alrededor.
En las puertas con llave, se advierte una vez más la autoridad que se ejerce en la historia, al no poseer Gregorio la habilidad de abrirlas o cerrarlas debido a su estado. Esto se contrapone a la facultad que, en cambio, poseen todos los miembros de la familia y demás personajes para disponer de las puertas, así como del mando sobre la situación, que todos alguna vez presentan.
El tiempo es un factor importante en el relato, pues marca la diferencia entre la supuesta desgracia de la familia Samsa, y la superación de ésta, posterior a la muerte de Gregorio. El clima nublado, templado, lluvioso es imperativo a lo largo de la historia, al tiempo que Gregorio sufre las consecuencias de su metamorfosis, y la familia atraviesa por ciertos acontecimientos.
Al morir Gregorio, se observa que el tiempo ha mejorado, y si bien al principio la familia Samsa llora su fallecimiento, después recobra su alegría, olvidándose de todo, y mirando entonces hacia nuevos proyectos.
La presencia y continua referencia del reloj, denota una cierta importancia al tiempo, algo a lo que está sujeto nuestro personaje principal, pues su trabajo depende de horarios que deben de cumplirse. De esta manera, podemos ubicar el tiempo como algo vital y superior, a lo que Gregorio está sometido, llevándonos de nuevo a nuestro tema: la autoridad.
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